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El papel de las universidades en la historia de España: Un motor de cambio

Las universidades han sido a lo largo de la historia de España instituciones clave en la formación del pensamiento crítico y el conocimiento.

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Universidades en la historia de España.
Francisco María
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Desde sus inicios, las universidades españolas han tenido un impacto importante en la sociedad. No sólo son reconocidas por su tradición, sino también por su calidad formativa. Estas instituciones cambiaron radicalmente el panorama intelectual y social, ya que nacieron para dar respuesta al espontáneo deseo de saber y conocer la verdad de los jóvenes.

Si bien la educación superior sólo estaba reservada para las clases privilegiadas, a lo largo de la historia de España las universidades se asentaron hasta convertirse en los grandes centros de saber y formación que hoy representan.

La primera universidad de EspañaUniversidad

Después de la fundación de la Universidad de Bolonia, Oxford y Cambridge, las primeras universidades en Europa, se surgió la antigua universidad de Palencia. Fundada en el año 1212 durante el reinado de Alfonso VIII de Castilla, esta institución fue el primer centro de enseñanza superior en la historia de España y ofrecía formación en Teología, Estudios jurídicos y Artes. A pesar de su declive, sirvió de ejemplo a otras universidades como Sevilla, Girona, Alcalá de Henares o Valencia.

La Universidad de Salamanca (USAL), fundada en 1218, reemplazó la labor de la antigua universidad de Palencia y sobresalió en Europa por su excelencia académica en derecho y teología. Su influencia fue tal que atrajo a estudiantes de otros países, consolidando su papel como referente intelectual.

Para el año 1857, la Universidad de Salamanca sólo contaba con las facultades de Derecho, Teología (suprimida definitivamente en 1868) y Filosofía y Letras, pero un año después la Diputación y el Ayuntamiento de la ciudad financiaron las facultades de Medicina y Ciencias.

La universidad española como asociación profesional

Las primeras universidades europeas se basaban en los gremios medievales, por lo que se organizaron como asociaciones profesionales. Esto les permitió a profesores y estudiantes asegurar su autonomía de los poderes políticos de la época. Los privilegios que gozaban las universidades entonces eran el de conceder el título para enseñar, por encima de la autoridad del canciller y/u obispo, así como el del autogobierno, bajo el manto del Papa.

Desde las épocas medievales, las universidades españolas se convirtieron en organismos autónomos de la “política” del momento al actuar como corporaciones autónomas con reglamentos propios. Esta autonomía universitaria es, sin duda, uno de los rasgos más reconocidos y apreciados hasta la actualidad, pues sólo así pueden desarrollarse plenamente para cumplir sus objetivos dentro de la sociedad.

Etapas históricas

Universidades españolas en el Siglo de Oro

Durante el Siglo de Oro, las universidades españolas participaron activamente en el esplendor cultural de la época, principalmente en Salamanca. De hecho, muchas de ellas sobresalieron al protagonizar un movimiento cultural muy influyente, el cual recibió el nombre de humanismo español. A pesar de ello, las instituciones permanecieron estancadas en las formas repetitivas de la escolástica medieval (magister dixit), cuya tendencia era la perpetuación de los paradigmas dominantes (galenismo, geocentrismo).

En esta época, las universidades españolas se distinguían en universidades mayores y menores. Las universidades castellanas de Alcalá, Salamanca y Valladolid eran consideradas universidades mayores y adquirieron la categoría de verdaderas universidades de la Monarquía, actuando como centros dinámicos de atracción y proyección. El resto eran denominadas universidades menores, puesto que atendían las necesidades culturales y religiosas de entornos locales.universitarios

Universidades españolas a fines del XIX: conflictos y logros

A pesar de los beneficios de la autonomía, a finales del XIX las universidades españolas se vieron afectadas por la centralización y uniformación llevada a cabo por el Estado. Esta tendencia se venía gestando ya desde el siglo XVIII y la implantación de los Borbones. Sin embargo, fue con las leyes sucesivas, en especial, la ley de instrucción pública del año 1857 (Ley Moyano), que los claustros universitarios fueron perdiendo la autonomía de la que disponían.

A pesar de este nuevo escenario, ese mismo año se implementó la Facultad de Ciencias como una puerta abierta a la difusión científica. Asimismo, se produjo la autonomización de la de Filosofía, quedando estructurada en cinco Facultades: Filosofía y Letras, Ciencias (con secciones de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales), Derecho, Medicina y Farmacia.

Siglo XX

En el siglo XX, las universidades se convirtieron en el epicentro de movimientos sociales y políticos. Durante la dictadura de Franco, muchos académicos se opusieron al régimen, defendiendo la libertad de expresión y los derechos humanos. Las universidades se transformaron en espacios de resistencia y de generación de pensamiento progresista.

Las mejoras sobre las universidades, y su papel en la sociedad, estuvo presente entre las propuestas del regeneracionismo. No obstante, las disputas por la independencia académica culminaron con la Ley de Reforma Universitaria (LRU) aprobada en 1983. Se pretendió reformar la estructura de las universidades y otorgar competencias propias, al introducir una cierta autonomía universitaria respecto a las administraciones públicas.

Conclusión

Más allá de la formación académica, las universidades españolas estaban dedicadas a captar y transmitir la verdad del ser, premisas que son de plena actualidad hoy en día. Los conocimientos que imparten las universidades españolas no son sólo técnicos, sino que aspiran despertar el deseo del saber, del aprendizaje y de la investigación.

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