Historia
Descubrimiento arqueológico

Estupor entre los arqueólogos por el hallazgo de 40.000 objetos en uno de los yacimientos celtas más importantes del mundo

Los estudios sobre los yacimientos celtas continúan aportando datos que permiten comprender mejor la organización y la vida cotidiana de estas comunidades. Recientemente, investigaciones arqueológicas han mostrado la complejidad de los asentamientos de la Edad del Hierro en Europa Central.

La documentación de objetos y estructuras permite plantear hipótesis sobre su funcionamiento diario y sobre la manera en que estas poblaciones gestionaban recursos y relaciones sociales.

¿Cuál es uno de los yacimientos celtas más importantes del mundo y en el que se encontraron 40.000 objetos?

Los hallazgos mencionados provienen del oppidum de Manching, ubicado al sureste de Ingolstadt, en Alemania. Este asentamiento se convirtió en uno de los yacimientos celtas más estudiados del continente debido a su extensión y la densidad de objetos recuperados.

El oppidum alcanzó su máximo desarrollo entre los siglos II y I a.C., abarcando unas 400 hectáreas y albergando hasta 10.000 habitantes. Su tamaño superaba al de muchas ciudades medievales, lo que refleja la importancia del lugar como centro político y económico.

A pesar de que solo se ha explorado un pequeño porcentaje de la superficie total, los hallazgos recientes, comunicados por la Oficina Estatal de Baviera para la Protección de Monumentos, permitieron reconstruir aspectos de la vida cotidiana, la producción artesanal y la organización social de sus habitantes.

La ubicación del oppidum junto a los ríos Paar y Danubio favoreció la conexión con rutas comerciales y culturales. Esta posición estratégica explica en parte la diversidad de materiales encontrados, así como la sofisticación de las técnicas artesanales y de producción observadas en el sitio.

Entre los descubrimientos destaca un pozo ritual datado entre los años 120 y 60 a.C., que contenía restos humanos y animales, junto con objetos de metal y fragmentos de cerámica.

En este contexto se hallaron restos de al menos tres individuos, numerosos huesos de animales, 32 objetos metálicos y fragmentos de más de 50 vasijas.

La concentración de materiales y la presencia de esqueletos relativamente completos sugieren un uso ritual del espacio, aunque su interpretación exacta aún genera debate.

La técnica de la estatuilla de bronce

Entre los miles de objetos metálicos destaca una estatuilla de 75 milímetros que representa a un guerrero celta armado con espada y escudo. Fabricada mediante la técnica de cera perdida, la pieza muestra un dominio avanzado de la metalurgia: primero se modelaba en cera, luego se recubría con arcilla y finalmente se fundía con bronce líquido.

La estatuilla presenta un anillo en la cabeza, lo que sugiere que pudo utilizarse como colgante. Su elaboración refleja habilidades técnicas avanzadas y posibles conexiones comerciales con otras regiones europeas. Otros objetos metálicos recuperados, catalogados mediante radiografías, permiten completar la imagen de la producción artesanal en el oppidum.

Dieta y economía en los yacimientos celtas

Los estudios de restos orgánicos han proporcionado información detallada sobre la alimentación de los habitantes del oppidum. La dieta se basaba en cereales y carne de res y cerdo, complementada con pescado y, en menor medida, caballo. Estos últimos se sacrificaban tras una larga vida de trabajo, lo que indica su papel funcional en la sociedad.

Se documentaron además prácticas de cría de ovejas y cabras, principalmente orientadas a la producción de lana y leche. La primera evidencia directa del consumo de pescado se encontró gracias al análisis de escamas y espinas, lo que confirma la utilización de los ríos cercanos como recurso alimenticio.

En cuanto a la economía, se localizaron áreas dedicadas a talleres de metalurgia y otros oficios artesanales. Se observó también la reutilización de materiales como cerámica, madera y metales, lo que refleja un manejo eficiente de los recursos disponibles.

Conservación del yacimiento de Manching y estudios futuros

El oppidum de Manching fue investigado en el marco de obras en la carretera federal B16. La adaptación del proyecto permitió proteger el yacimiento y garantizar la conservación de los hallazgos.

Todos los objetos recuperados formarán parte de la colección estatal y serán objeto de análisis interdisciplinarios, que incluyen arqueología, antropología, arqueobotánica y metalurgia.

Estos estudios buscan reconstruir con detalle la vida en uno de los yacimientos celtas más relevantes de Europa, proporcionando información sobre su economía, su organización social y sus prácticas rituales.