Civilizaciones de leyenda, Casarabe

Las circunstancias les eran adversas, pero aun así moldearon el entorno con base en sus necesidades. No se sabe con exactitud si eran 2 mil o un millón, pero 1000 años a.C hubo una sociedad de escultores del entorno que habitó en los Llanos de Moxos o Mojos, en Bolivia, durante más de 2.000 años. Era la cultura Casarabe, una de las civilizaciones de leyenda.

Hoy quedan las ruinas en esa parte de la Amazonia boliviana. Fueron devoradas por la naturaleza, pero en su momento albergaron a las comunidades que les dieron forma, remodelando su entorno. Eran los constructores de terraplenes que ejecutaron más de 20 mil movimientos de tierra.

Destacan en esas construcciones los espacios elevados para protegerse de las constantes y peligrosas inundaciones estacionales. Colinas, plataformas para vivienda y ceremonias en campos elevados se sumaban a los acueductos, embalses y canales.

Sociedades inteligentes

Fueron sociedades muy inteligentes que no solo adaptaron las condiciones geográficas a sus necesidades. Ellos incluso lograron llevar a los animales salvajes hasta áreas especialmente concebidas para esas especies, donde les era más fácil cazarlas. También elaboraron lagunas y presas para favorecer la pesca.

Dentro de sus muchos logros destacan la creación de enlaces de transporte y comunicaciones a través de calzadas y canales artificiales. Esto favoreció la gestión de los niveles de agua y la posibilidad de enfrentar mejor las inundaciones estacionales. Fueron años de movimientos masivos de suelos, que además fueron enriquecidos. A esto se sumó la transformación de la topografía de la zona y los cambios en la composición de la vegetación.

Estas exitosas comunidades fueron abandonadas en el siglo XV por causas aún desconocidas. Quedaron apenas algunos pueblos indígenas que aún viven en ellas, posiblemente descendiente de aquellos eficientes constructores.

La leyenda del Dorado

Por un tiempo se creyó que en la zona podrían encontrarse ingentes riquezas. Era la leyenda de El Dorado, en la Amazonia boliviana, tras la cual salieron en persecución numerosos exploradores. Muchos murieron, ninguno encontró el prometido oro. La riqueza de los Casarabe estaba en su ingenio y creatividad, que les permitieron vivir cómodamente, en los Llanos de Moxo, durante miles de años.

Con cada investigación se incrementa la admiración por los Casarabe. Ellos enfrentaron incluso las adversidades climáticas, como los gélidos vientos polares que soplan desde la Antártida. Estos, además de llevar las temperaturas bajo cero, generaban fuertes precipitaciones.

Para preservar el legado se creó la reserva de Chuchini o Cueva del Jaguar. Vasijas, urnas y figuras de cerámica muy bien trabajadas forman parte de la riqueza de la zona, que da cuenta del trabajo de esos constructores de antaño.

Ahora que ya sabes más sobre la cultura Casarabe podrás admirarte del legado de estos ingeniosos antepasados. Fue una civilización de leyenda que enfrentó las adversidades geográficas y climáticas, para garantizarse calidad de vida.