Personajes históricos

Algunas frases del emperador Calígula que recordar

A pesar de la brevedad de su reinado y de su gobierno tiránico, las frases de Calígula han perdurado en la historia. ¿Qué decían?

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Francisco María
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El emperador Calígula, conocido por su gobierno tiránico y extravagante, dejó un legado de frases que han perdurado a lo largo de la historia. Aunque su reinado fue breve, de tan solo cuatro años, sus palabras han dejado una marca imborrable en la memoria colectiva. En este artículo, exploraremos algunas de las frases más destacadas del emperador Calígula.

Orígenes de uno de los peores emperadores

Calígula, cuyo nombre real era Cayo Julio César Augusto Germánico, nació el 31 de agosto del año 12 d.C. en Antioquía, Siria. Fue el tercer emperador romano y su reinado comenzó en el año 37 d.C. Su personalidad errática y su comportamiento despiadado le valieron el apodo de «Calígula», que significa «pequeña bota» en latín, debido a su costumbre de vestir una indumentaria militar desde muy joven.

Frases más conocidas

Una de las frases más conocidas de Calígula es: «Oderint dum metuant», que significa «Que me odien, siempre y cuando me teman». Esta frase refleja su deseo de imponer el miedo como forma de control sobre el pueblo romano. Calígula gobernó con mano dura y su crueldad se hizo famosa en todo el imperio.

Otra frase icónica de Calígula es: «Recuerda que soy un dios». Esta declaración muestra su megalomanía y su creencia en su propia divinidad. Calígula se consideraba a sí mismo una deidad y exigía ser adorado como tal. Esta actitud provocó un culto a su persona, donde se le rendía culto y adoración como si fuera un dios viviente.

Calígula también es recordado por su frase: «Dame un ejército de perros y yo conquistaré el mundo». Esta afirmación muestra su obsesión por el poder y su deseo de dominar a todos los pueblos y territorios conocidos. Calígula tenía una visión expansionista del imperio romano y estaba dispuesto a utilizar cualquier medio necesario para lograr sus objetivos.

Una frase que refleja el pensamiento despiadado de Calígula es: «Prefiero que me odien por lo que soy, que me amen por lo que no soy». Esta declaración muestra su falta de preocupación por la opinión de los demás y su determinación de ser fiel a sí mismo, incluso si eso significaba ser odiado. Calígula no buscaba la aprobación de los demás, sino que se centraba en su propio poder y satisfacción personal.Calígula

Ostentación y abuso de poder

Un aspecto importante de Calígula fue su obsesión por la ostentación y el derroche. Una de sus frases más famosas al respecto es: «Dejad que los que no tienen pan coman pasteles». Esta frase muestra su falta de empatía hacia los pobres y su indiferencia ante las necesidades básicas del pueblo romano. Calígula vivía en un mundo de excesos y lujos, sin preocuparse por las consecuencias de sus acciones.

Finalmente, una frase que revela la naturaleza volátil de Calígula es: «Yo puedo hacer lo que quiera, porque soy el emperador». Esta declaración muestra su abuso de poder y su falta de límites en el ejercicio de su autoridad. Calígula se consideraba por encima de la ley y no tenía reparos en actuar de acuerdo a sus caprichos y deseos.

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