El Gobierno asume que no puede evitar que Turull sea president

Soraya Sáenz de Santamaría
Soraya Sáenz de Santamaría y Mariano Rajoy en el Congreso. (Foto: EFE)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El Gobierno admite que existe un margen nulo para evitar que Jordi Turull, ex conseller imputado en la causa contra los dirigentes independentistas, sea investido president. 

Como avanzó OKDIARIO, ése es el plan de Carles Puigdemont: tras ser investido ‘simbólicamente’ desde Bruselas, el ex president dará un paso al lado y designará a Jordi Sánchez, líder de la ANC en prisión, como su sucesor. Al constatar que no podría ser investido-el juez Pablo Llarena impidió ya que asistiese a tomar posesión de su acta en el Parlament-el relevo será Turull. El ex conseller se encuentra en libertad bajo fianza, tras acatar el 155, aunque pendiente de juicio.

En fuentes gubernamentales aceptan que no es posible plantear un recurso ni ninguna otra medida para evitar esa investidura, porque Turull es en sí mismo «elegible». La ley permite que los imputados participen como candidatos en las elecciones, una opción que solo pierden cuando existe una sentencia de condena.

No obstante, el recorrido de esa presidencia tiene los días contados. Llarena tiene previsto inhabilitar a los líderes golpistas cuando se dicte auto de procesamiento, de aquí a apenas unos meses. Será entonces cuando el bloque independentista se enfrentará a un nuevo dilema, con amenaza de escisión: decidir quién será el president efectivo. El cuarto candidato.

No obstante, pese a las limitaciones, desde el Gobierno insisten en que el candidato «esté libre de causas judiciales». 

El presidente del Gobierno afirmó este viernes que el 155 se levantará cuando Cataluña tenga un Gobierno. Algo que durante semanas se antojó un bucle prácticamente sin salida. «No puede ser Puigdemont porque el Tribunal Constitucional ha dicho que no se puede ser investido sin ir al Parlament, y si quiere hacerlo, necesita la autorización del Tribunal Supremo», ha dicho.

Rajoy ha deseado que su Ejecutivo mantiene «plena disposición para intentar construir algo razonable» y, para ello, ha deseado que el próximo president no tenga causas pendientes.

Así pues, en La Moncloa se confía en que los tiempos procesales se acorten y que la instrucción sea lo bastante ágil como para que Cataluña retorne, cuanto antes, la normalidad con un aspirante «limpio». .

«Lo que no tiene ningún sentido es que por la situación de un señor estemos todos, empezando por los siete millones de catalanes, en una situación así. No puedo comprender cómo no hay personas capaces de decir algo tan obvio», añadió Rajoy.

 

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