La ANC dice que luchará para que Baleares y la Comunidad Valenciana se unan a la «República catalana»

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El presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sánchez (Foto: EFE)

La declaración de independencia de Cataluña no constituye, ni mucho menos, el final del «proceso». La Asamblea Nacional Catalana (ANC), que marca los pasos al presidente Carles Puigdemont, se ha comprometido a luchar para que la Comunidad Valenciana, las Islas Baleares y la franja más oriental de Aragón también rompan con el resto de España y se unan a la futura «República catalana».

La asamblea general de la ANC aprobará el próximo día 29 en Granollers su nueva «hoja de ruta», que incluye la celebración de un referéndum ilegal de independencia en septiembre. Pero el documento deja claro que sus objetivos son mucho más ambiciosos: el nacionalismo siempre es expansionista.

La asociación se compromete a velar para que «el proceso de emancipación nacional del Principado de Cataluña esté especialmente atento y abierto a las aspiraciones de soberanía de los territorios hermanos de la Catalunya del Nord (es decir, el sur de Francia), las Islas Baleares, el País Valencià, la Franja de Ponent (es decir, la zona más oriental de Aragón), l’Alguer (en la isla de Cerdeña), así como para fortalecer los lazos con el Estado andorrano, con el que también configuramos la misma nación».

«La nación catalana está fragmentada»

Es decir, el objetivo no es sólo declarar la independencia, sino construir los hipotéticos Països Catalans, que legalmente nunca han tenido tal consideración pero que abarcarían todos los territorios en los que, en mayor o menor medida, se utiliza la lengua catalana.

En el documento, la ANC explica que pretende alcanzar este objetivo a través de organizaciones satélite como la Assemblea Sobiranista de Mallorca (ASM) y la Plataforma pel Dret a Decidir del País Valencià (PDAD), ambas «integradas junto a la ANC en la Confederación de Entidades Soberanistas de los Països Catalans».

«La nación catalana, fragmentada desde 1659, se encuentra actualmente repartida en diferentes Estados. La consecución del Estado catalán puede suponer un impulso para la emancipación del resto de Països Catalans», añade la ANC. Como paso intermedio, promete que los habitantes de estos territorios podrán disfrutar del «derecho a la ciudadanía» en la futura República catalana.

La Asamblea Nacional Catalana (ANC) formó parte de la candidatura Junts pel Sí (liderada por el PDeCAT y ERC) que llevó a Puigdemont a la Presidencia de la Generalitat con el objetivo de declarar la independencia de Cataluña.

Repetir la consulta hasta que gane el Sí

La «hoja de ruta» que se aprobará el próximo día 29 en Sabadell insta a Carles Puigdemont a convocar el referéndum ilegal de independencia como muy tarde el próximo mes de septiembre. En caso de que gane el No, el referéndum se volverá a convocar una y otra vez, hasta que gane el Sí.

El documento de la ANC propone que la consulta se realice con una pregunta «binaria» –es decir, que sólo admita un Sí o un No como respuesta– con el siguiente enunciado: «¿Quiere que Cataluña se convierta en un estado independiente?».

La hoja de ruta señala que, para que el resultado sea efectivo, bastará que gane el sí por un sólo voto de diferencia, sin establecer un porcentaje mínimo de participación. Pero la asociación que preside Jordi Sánchez i Picanyol también contempla la posibilidad de declarar la independencia sin referéndum: en caso de que la Justicia prohíba su celebración, inhabilite a algún miembro de la Generalitat o el Gobierno central suspenda las competencias del Ejecutivo autonómico.

En este caso, la ANC instará a activar la llamada Asamblea de Electos de Cataluña (AECAT) para que suplante las funciones del Parlament catalán y declare la independencia. Se trata de un «parlamento catalán paralelo», integrado exclusivamente por cargos públicos independentistas (como concejales y diputados autonómicos) que se erigiría en titular de la «soberanía catalana».

Suplantar al Parlament

La ANC pretende que este organismo sin ninguna legitimidad democrática (pues sólo está formado por cargos electos de los partidos independentistas) sea el encargado de declarar la independencia si son suspendidas las competencias de la Generalitat o el Parlament.

Todo ello deberá ir acompañado de una movilización ciudadana en las calles y de la denuncia «de forma pública y constante de la práctica opresora e ilegítima del Estado español ante los gobiernos y tribunales internacionales».

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