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El truco de los números para que gastes más sin darte cuenta: así usan los bares las matemáticas a su favor

croquetas, tapas, bar
Croquetas.
  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

Hay detalles tan pequeños que apenas se notan, pero están ahí, en nuestra rutina. Uno de ellos, curiosamente, tiene que ver con las matemáticas. No con ecuaciones complejas, sino con los discretos números primos. Esos que aprendimos en el colegio y olvidamos justo después del examen. Ahora, resulta que podrían estar haciendo que gastemos más dinero en el bar, sin darnos cuenta.

El divulgador Santi García Cremades lo explicó en televisión y el tema fue a más. Un camarero, desde su propia experiencia, confirmó que esta técnica se aplica, especialmente en cadenas y franquicias. La clave está en cómo se sirven las raciones. Y sí, lo de la croqueta de más (o de menos) no es casualidad, sino que es cálculo.

¿Qué tienen que ver las croquetas y las matemáticas?

La idea es sencilla y, al mismo tiempo, bastante astuta. Los bares sirven raciones en cantidades que son números primos: 3, 5, 7, 11. ¿Por qué? Porque los números primos no se reparten bien.

Si vas con unos amigos y son cuatro, y les ponen una ración de 7 croquetas, alguien va a quedarse mirando el plato con cara de ‘¿y ahora qué?’ ¿Quién se la come? ¿La partimos a la mitad? Nadie quiere quedarse sin, así que se pide otra ración. Y así, entre sumas y restas, la cuenta sube.

Esto no es casual. «En hostelería está todo pensado», confesó un camarero en RNE. «No sacamos 6 croquetas, ni 3, que parece poco. Sacamos 7. Así siempre hay un poco de lío. Siempre se genera esa sensación de que falta una, de que hay que pedir más». Y claro, funciona muy bien.

Lo más curioso de esto es que pasa delante de nuestros ojos sin levantar sospechas. No truco ni nada que nos haga sentir timados, sólo croquetas, alitas o lo que toque ese día. Pero el efecto siempre es el mismo: terminas gastando más, queriendo menos.

Croquetas en números primos

Esto también se da a la inversa. Si el grupo es de tres o cinco personas (es decir, un número primo) la ración suele llegar en números pares: 4, 6, 8. El resultado es idéntico. Nadie puede dividir sin que sobre o falte, así que toca pedir otra ronda. Cervezas, calamares, lo que sea. Al final, no importa si tenías hambre o no. Es más una cuestión de equilibrio, de no dejar a nadie sin comer la misma cantidad

Este truco está tan bien integrado que es muy poco probable que alguna vez te lo hayas cuestionado. Al final, apela a algo tan básico como la justicia en el reparto: todos comen lo mismo, comparten, no hay conflicto. Y en un grupo, hasta una sola croqueta importa.

La famosa ‘croqueta de la vergüenza’ a veces se reparte, a veces se sortea. Pero casi siempre acaba dando pie a otra ronda, lo que se traduce en más gasto y en un trabajo muy bien pensado por parte del dueño del bar. Porque sí, lo tenía todo calculado. Y al final, nadie se queja.

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