Congreso de los Diputados

Vox quiere poner fin al despilfarro en las dietas de los diputados: exige las facturas para cobrarlas

El PSOE eliminó en el Congreso la necesidad de justificar los gastos aportando las facturas

También propone eliminar el gasto en pinganillos que supondría un ahorro de 1 millón de euros

Vox dietas diputados, Pepa Millán
Pepa Millán.
Paula Ciordia

Vox plantea cambiar el sistema de pago de dietas en los viajes oficiales que implantó el PSOE y exigir una justificación con facturas para cobrarlas. De esta manera, el presupuesto del que dispone cada diputado dejaría de convertirse en un dinero extra que se embolsan los políticos aunque no lo hayan gastado.

La portavoz de Vox, Pepa Millan, ha criticado que hoy en día los diputados cuando realizan viajes oficiales, «no están obligados a devolverlas» pese a que «en la mayoría de los ocasiones» no gastan las dietas que perciben.

Los de Abascal se basan en un informe del Instituto de Estudios Económicos que estima que el recorte de este tipo de gastos, entre los que se encuentran los viajes oficiales, alcanzaría hasta los 60.000 euros, y podría llevarse a cabo sin que afectase a la calidad o prestación de los servicios públicos.

Millán ha puesto por ejemplo el último viaje realizado a China por seis diputados de PSOE, Sumar, ERC, Junts y Bildu, en el que cada uno recibió 1.200 euros en dietas sin necesidad de justificarlas, haciendo hincapié en que «ese dinero no es de los diputados, sino de los españoles».

«Esto es así porque el PSOE con Meritxell Batet lo cambió y ya no hay necesidad de facturas», ha denunciando proponiendo volver al sistema anterior en el cual los diputados debían justificar los gastos.

Desde el 1 de enero de 2006, la cuantía de las dietas se cifra en 150 euros por día en el supuesto de desplazamientos al extranjero y 120 euros diarios en el de viajes dentro del territorio nacional.

El pinganillo «otro derroche» de 1 millón

Vox también quiere poner fin a «otro derroche» en el Congreso como es el gasto de los pinganillos para seguir las intervenciones en catalán, vasco o gallego durante el pleno. La medida supondría 1 millón de euros, ha asegurado, argumentando que «nadie los usa» salvo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, o algún ministro, «porque no les queda más remedio que, por lo menos, disimular».

«Un millón de euros tirados a la basura», ha advertido Millán. Sus diputados ya han pedido a los operarios de la Cámara que quiten los pinganillos de sus escaños, una petición que no se puede llevar a cabo sin la autorización de la Mesa del Congreso, según han precisado fuentes de la formación de Santiago Abascal.

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