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Vox se la devuelve a Marlaska: su portavoz de Interior será el policía al que vetó entrar en política

Es experto en seguridad ciudadana y ha pasado décadas de servicio por las calles del sur de Madrid

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Samuel Vázquez durante una comparecencia en la Asamblea de Madrid.
Pelayo Barro

Vox muestra sus cartas al inicio del curso político. La inmigración ilegal y la seguridad, dos de los pilares básicos de la acción política de los de Santiago Abascal, tendrán entidad propia a través de una portavocía especial que acaban de crear y que tendrá al frente al policía Nacional Samuel Vázquez, un agente con décadas de experiencia en tareas de seguridad ciudadana, experto en bandas callejeras y al que el Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska vetó cuando intentó dar el salto a la política de la mano de Vox.

Vázquez es hoy asesor en materia de Interior del grupo parlamentario de Vox en el Congreso. Una figura importante en todos los asuntos relacionados con la seguridad ciudadana, con la inmigración ilegal y todo lo referente a policías y guardias civiles.

Es, además, presidente de la asociación Una Policía del Siglo XXI, una organización que viene denunciando desde hace años las lagunas del modelo policial impuesto por el Gobierno de Pedro Sánchez más basado en estadísticas que en la realidad de las calles españolas.

Vaquez finalmente no pudo ir en las listas de Vox en Fuenlabrada como era intención del partido. Tal y como adelantó OKDIARIO, Vázquez había sido designado como número 2 por la formación que dirige Santiago Abascal, pero un expediente disciplinario de última hora del Ministerio del Interior provocó que se le declarara inelegible. Un juzgado denegó las cautelares de cara al las elecciones municipales del pasado 2023.

Todo estaba listo en Vox para que Samuel Vázquez, agente del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) especializado en seguridad ciudadana y bandas latinas, fuera el número 2 de las listas por Vox en Fuenlabrada para las elecciones municipales del 28M. Vázquez, que patrullaba habitualmente las calles del municipio como parte de la unidad especializada en delitos graves, llegó a dar conferencias en la Asamblea de Madrid o en el Congreso de los Diputados, donde incomodó a algunos diputados al debatir asuntos tabú como el vínculo entre inseguridad e inmigración ilegal.

Este discurso fue incómodo para Interior, que recientemente desempolvó un expediente sancionador aparcado hace años para apartarlo de su puesto. A ese expediente se sumó otro, reciente, por un tuit publicado por la asociación policial que dirige, pero que no iba firmado por él. El resultado fue la anulación de su candidatura, gracias a una maniobra del departamento de Fernando Grande-Marlaska, que Vázquez calificó de «prevaricación» y estuvo dispuesto a recurrir. Sin embargo, no a tiempo para el 28M.

Vetado por Marlaska

«Hechos consumados: Soy inelegible y, por lo tanto, no pude ir en listas. No porque tuviera condena penal o inhabilitación alguna, sino porque el Director General de la Policía me abrió un nuevo expediente por un tuit que ni siquiera escribí. Es de la asociación», relató el agente afectado por la decisión de Interior.

«El juez central de instrucción, la abogacía del estado y la fiscalía se opusieron a las cautelares, que me habrían permitido presentarme. El proceso contra los derechos fundamentales sigue, pero ahora ya, aunque gane, jamás recuperaré el derecho. Sin embargo, de haberse aceptado las cautelares, aunque hubiera perdido, solo se habría paralizado un expediente administrativo en el que todavía ni siquiera he sido escuchado. Expediente que podría haber continuado en mi regreso al cuerpo», añadió.

En otros casos, según intentó justificar ante el juez, se les habían otorgado cautelares a los agentes para que, pese a tener un expediente en marcha, pudieran concurrir en listas como derecho fundamental de participación política. No fue este el caso, aunque, según Vázquez, no se le precisó por qué. De hecho, aún no había sido llamado por la Dirección General de la Policía Nacional para conocer su versión de los hechos que se le imputaban en dicho expediente.

«Esto implica una cosa: jamás podré presentarme a unas elecciones, pues basta con que un mando me abra un expediente, que es un acto discrecional sin ninguna garantía jurídica. Me lo pueden abrir hasta por un tuit que yo no escribí y que no está en mis redes, y aun sin haber sido citado para declarar, ya me anula el derecho de sufragio pasivo», lamentó Vázquez.

Esta candidatura era una apuesta importante de la formación que dirige Santiago Abascal para un municipio tradicionalmente considerado un bastión de la izquierda. En Fuenlabrada, el PSOE había gobernado ininterrumpidamente desde 1979, ganándose el apodo de «Fuenlingrado». Sin embargo, ese control del PSOE sobre el municipio podía resquebrajarse: Isabel Díaz Ayuso había ganado allí en las últimas autonómicas, y el equilibrio de poder podía cambiar en las municipales del 28 de mayo.

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