El sanguinario etarra ‘Kantauri’ acercado por Sánchez pide más privilegios: una celda individual

Uno de los peores y más sanguinarios terroristas de la historia de nuestro país va a pasar la Nochebuena mucho más cerca del País Vasco. Fue jefe de la banda terrorista ETA y el hombre responsable de dar la orden para cometer algunas de las acciones más terribles y trágicamente recordadas de la organización como los asesinatos del dirigente socialista Fernando Múgica, el popular Alberto Jiménez – Becerril y su esposa Ascensión García Ortiz y otros atentados y acciones delictivas en las que perdieron la vida varios policías. Sin embargo, en las últimas fechas ‘Kantauri’ ha sido recordado por ordenar uno de los episodios más terriblemente recordados de la historia del terrorismo en nuestro país, el secuestro del trabajador de prisiones José Antonio Ortega Lara, a quien los terroristas encerraron en un zulo bajo tierra durante 532 días.

‘Kantauri’ ingresó el miércoles por la noche en la cárcel de Pamplona como consecuencia de la política de acercamientos que el Gobierno está llevando a cabo y que se ha acelerado en los últimos meses. Más de un centenar de terroristas condenados han sido acercados a las cárceles vascas y de hecho sólo media docena cumplen ahora sus condenas por debajo de la línea que marca la Comunidad de Madrid en el mapa de España.

El acercamiento requiere, como recuerdan desde el Ejecutivo, un arrepentimiento expreso del condenado. Este requisito ‘Kantauri’ lo cumplió firmando un documento en el que reflejaba lamentar “el daño provocado”. De cara a la galería todo parece correcto, sin embargo, OKDIARIO ha tenido conocimiento de los detalles del ingreso de ‘Kantauri ‘y ahí es dónde se revela la personalidad de uno de los peores terroristas de nuestra historia. ‘Kantauri’ acumula condenas que suman la friolera de 565 años de cárcel. En su misma oleada de acercamientos otros cinco terroristas fueron acercados al País Vasco. Otro de los destacados de esta media docena ha sido Félix Alberto López de Lacalle, alias Mobutu, terrorista copartícipe del asesinato del socialista Fernando Buesa, entre otros atentados.

El mes de noviembre fue agitado para ‘Kantauri’. El Ministerio del Interior a través de su Secretaría General de Instituciones Penitenciarias anunció el traslado del preso que estaba cumpliendo sus condenas en Murcia. El ministro Fernando Grande-Marlaska estuvo como poco desatinado al permitir un traslado que acabaría con ‘Kantauri’ en la cárcel de Logroño, mismo establecimiento penitenciario en el que trabajaba Ortega Lara cuando ordenó su secuestro. OKDIARIO confirmó que aún a día de hoy hay trabajadores en activo en ese centro que recuerdan de forma vívida el secuestro de su compañero. Pero el traslado se frustró porque ‘Kantauri’ sufrió un infarto de miocardio que lo dejó ingresado en el hospital varios días.

Durante su estancia hospitalaria Interior recogió velas, pero poco. ‘Kantauri’ ya no iría Logroño, sino a Pamplona, a tiro de piedra del País Vasco, y en esa cárcel ingresó anoche

Los detalles del ingreso

Fuentes penitenciarias han confirmado a OKDIARIO los detalles del ingreso del terrorista. A su llegada al centro ‘Kantauri’ siguió el protocolo habitual de huellado y registro para dar de alta su ficha penitenciaria en la citada cárcel. Sin embargo este protocolo, como todos los demás, se ha visto alterado en los últimos meses por la pandemia del Covid. Lo normal es que un preso recién llegado a una cárcel haga cuarentena con los presos con los que ha llegado para evitar la posible propagación de un contagio. ‘Kantauri’ llegó a la cárcel de Pamplona anoche en un traslado en el que había otro preso, un chico joven, al parecer bastante conflictivo y que había protagonizado varios episodios en el barrio pamplonica de San Jorge. ‘Kantauri’ dijo ayer que él de ningún modo compartiría celda ni con ese ni con otro recluso ni para hacer cuarentena ni vida normal. Parece que el terrorista le tiene bien tomada la medida a la institución porque lejos de ignorar una petición que además es una negligencia en su custodia, en la cárcel de Pamplona han accedido y esta noche el asesino y secuestrador condenado ha dormido a solas en la enfermería.

Pero no es el único beneficio del que disfruta ‘Kantauri’. Una característica común de los presos más peligrosos, ya sean asesinos reincidentes y violentos, yihadistas o terroristas de la banda ETA es su clasificación en Primer Grado. ¿Por qué? Por su seguridad, por la del resto de presos y por la de los trabajadores de la prisión que los atienden a diario. Ese grado obliga a una vigilancia extraordinaria sobre el preso y estos deberán estar custodiados en un módulo especial. ‘Kantauri’ ha llegado a Pamplona clasificado en Segundo Grado. Más laxo, de cumplimiento en un módulo ordinario. Pero ‘Kantauri’ avisa. Él quiere estar solo. Feliz Navidad ‘Kantauri’.