Sánchez pretende colgarse la medalla del contrato de una fragata que consiguió Felipe VI con Mohamed VI
Se trata de una fragata de la armada marroquí cuyo contrato se frenó por el 'caso Ghali'
Un Sánchez más solo que nunca viaja a Rabat para buscar en Mohamed VI respeto internacional
Sánchez prometerá a Mohamed VI que el aumento del gasto militar no blindará Ceuta, Melilla y Canarias
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aprovechará la reunión que mantendrá este jueves con el rey de Marruecos, Mohamed VI, para ‘vender’ de nuevo la construcción de una patrullera de altura para la armada marroquí en los astilleros de Navantia, en San Fernando (Cádiz). Fue el Rey Felipe VI quien logró el contrato para esa fragata tras una ardua labor y gracias a su buena relación con la casa real marroquí. El PSOE quiere usar esta gestión como baza electoral de cara a la campaña de las elecciones andaluzas de este mismo año.
Fuentes del Gobierno apuntan a que Sánchez irá con esa carpeta bajo el brazo, pese a que el 8 de marzo de 2021, el contrato, ya fue anunciado en Cádiz por el Ejecutivo, en boca de la ministra de Hacienda y entonces portavoz, María Jesús Montero. El PSOE se apuntó un tanto tras una ardua labor del Rey que, gracias a su buena relación con la casa real marroquí, logró el contrato para una fragata y dejó apalabradas tres más si la primera convencía a la Maria Real de Marruecos.
Pero la decisión del propio presidente Sánchez de permitir la entrada a España del líder del Frente Polisario Brahim Ghali para ser tratado en un hospital de Logroño, tras infectarse de Covid, frenó los contratos que el jefe del Estado había dejado prácticamente cerrados. Uno prácticamente seguro y dos muy probables. Ahora, los trabajadores de Navantia, esperan impacientes que la nueva etapa de relaciones que dicen abrir España y Marruecos ponga solución a este problema.
Según fuentes del comité sindical de Navantia en San Fernando, este patrullero, que reforzaría la Marina Real de Marruecos para la vigilancia costera y el salvamento marítimo, generaría un millón de horas de trabajo y la creación de 250 empleos directos durante los próximos tres años y medioen los astilleros situados en la costa gaditana.
Unas cifras muy importantes para una zona que sufre un problema importante de desempleo. Cabe recordar las protestas que protagonizaron hace poco los trabajadores del sector del metal en la ciudad de Cádiz, impidiendo los accesos a grandes empresas como Navantia, con el despliegue de centenares de agentes y el desprecio por parte del Gobierno como respuesta.
Empresas de varios países se interesaron por este contrato, cuyas especificaciones hizo públicas Marruecos en abril del 2020, siendo España y la empresa Navantia la más bien posicionada para quedarse con el mismo. El hecho de haber trabajado ya para el país, y la cercanía, eran dos puntos favorables que únicamente se torcieron por el juego a dos bandas de Sánchez.
Tras esa ruptura de las relaciones entre ambos países, que provocó incluso un amago de Marcha Verde a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, el Gobierno marroquí buscó nuevos aliados en materia de Defensa. De esta forma, Israel, Emiratos Árabes o Estados Unidos han afianzado sus vínculos con Marruecos.
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