Sánchez perfila una «renovación profunda» en el PSOE con una purga en la cúpula que empezará el lunes
El portavoz Felipe Sicilia tiene todas las papeletas para convertirse en la primera víctima de la debacle del PSOE
Los barones piden la cabeza de Lastra como nº 2 del PSOE: «Que Sánchez la haga portavoz del Gobierno»
Dos semanas después de la debacle electoral en Andalucía, y tras la Cumbre de la OTAN que ha centrado los esfuerzos de gran parte del Gobierno en los últimos días, Pedro Sánchez se dispone a depurar responsabilidades en el Partido Socialista. Por eso, según ha podido confirmar OKDIARIO, convocará el lunes a la Ejecutiva Federal del PSOE para empezar una purga en la dirección que permita «una renovación profunda» con la mirada puesta en las municipales, autonómicas y generales del año que viene. Y en posibles nuevas alianzas.
Esta renovación del partido es una exigencia de los barones. La dirige él directamente con su jefe de gabinete, Óscar López, -que tendrá más poder orgánico a partir de ahora- supervisando los movimientos junto a su adjunto, Antonio Hernando. Se producirá cuando todavía no hace ni un año que los dirigentes fueron elegidos en el 40º Congreso de Valencia. Tras la derrota electoral que sufrió en las generales de 2016, también responsabilizó a su equipo de un «bajo rendimiento».
Uno de los hombres con más posibilidades de verse obligado a abandonar su cargo el próximo lunes es Felipe Sicilia. El portavoz de la Ejecutiva Federal y diputado en el Congreso por Jaén, persona de la máxima confianza de la vicesecretaria general, Adriana Lastra, «no ha cumplido» con las expectativas que en él había depositado Pedro Sánchez. De hecho, tanto desde Moncloa como desde las autonomías achacan a los problemas a la hora de comunicar la derrota que sufrió Juan Espadas el pasado 19 de junio en Andalucía.
Otros dos dirigentes con mucho poder, Lastra y Santos Cerdán, números dos y tres del Partido Socialista, también tienen todas las papeletas para ser relevados. La gran duda, explican en el entorno del presidente, es si su destitución se producirá también este lunes o esperará a la celebración de un Comité Federal próximamente para no dejar un vacío de poder en las principales áreas de dirección.
De optar por fulminarlos la semana que viene, sin embargo, podría nombrar de forma interina a personas que se ocuparían de sus funciones, como hizo con Cerdán tras la marcha de José Luis Ábalos de la Secretaria de Organización tras ser relevado como ministro, a cuatro meses vista del Congreso Federal. Este movimiento lo debería refrendar el siguiente Comité Federal que el jefe del Ejecutivo, según fuentes de su entorno, prevé reunir antes de las vacaciones de verano. Los portavoces en el Congreso y en el Senado, Héctor Gómez y Eva Granados, también están en la cuerda floja.
Si bien en el caso de Sicilia los motivos que se esgrimen para su cese es que no ha funcionado como portavoz, en el caso de Lastra y Cerdán la decisión que aseguran tiene ya tomada Sánchez tiene mucho con las luchas internas por el control de la organización y la futura sucesión del secretario general. Hace meses que la relación entre los dos dirigentes no es buena y «han tensado mucho la cuerda» hasta «acabar con su paciencia [del presidente]». Un escenario similar al de julio del año pasado que acabó con el cese de Ábalos, Carmen Calvo e Iván Redondo.
Gobierno
La otra remodelación que prepara Pedro Sánchez, la del Gobierno, no se producirá hasta después de las vacaciones. El jefe del Ejecutivo deja para septiembre una reestructuración importante del gabinete ministerial en la que prevé una reducción de las carteras. El líder del PSOE, que en la última reunión de la dirección del partido reconoció que haber hecho la crisis del año pasado en julio «fue un error», ya que en septiembre nadie se acordaba del revulsivo que pretendía con la misma, ahora opta por dejar pasar el verano para acometer cambios que podrían provocar la salida de hasta seis ministros distintos.
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