‘Cazan’ aves con inteligencia artificial para evitar que colisionen con los aerogeneradores
Un radar inteligente identifica las aves y la evolución de sus trayectorias para evitar choques con los aerogeneradores


La preocupación por el impacto de las aves con las instalaciones de aerogeneradores eólicos, que normalmente están instaladas en espacios naturales sensibles llenos de biodiversidad, ya tiene una solución de la mano de la inteligencia artificial.
La interacción de aves con las palas de las eólicas es uno de los temas más sensibles de esta tecnología renovable, unas instalaciones que provocan colisiones, dejando un balance con resultados traumáticos e incluso mortales.
Los parques eólicos suelen estar emplazados en lugares donde la naturaleza abunda, en territorios muy sensibles donde se aprovecha la energía del viento. Unas corrientes de aire de las que también se benefician las aves, animales que pueden ser rapaces, especies protegidas o identificadas como vulnerables por su baja densidad.
Un problema, una solución
Los esfuerzos por resolver este problema de colisiones entre aerogeneradores y aves, muy señalado por entidades conservacionistas y, también, con unas cifras muy contestadas por la Asociación Eólica Española (AEE), son visibles.
Lejos de las batallas de cifras y de fijar una posición de quién tiene razón, no se puede mirar para otro lado: se debe dar a conocer que el problema planteado por un desarrollo tecnológico como la eólica existe, y que las soluciones también están ya en marcha gracias, también, a la tecnología.
Desde las declaraciones de impacto ambiental a la emisión de sonidos para ahuyentar a las aves, los sistemas de prevención han ido evolucionando, activando, incluso, la parada o reducción de la velocidad de las palas de los aerogeneradores.
Inteligencia artificial para cazar aves
Entre los sistemas más innovadores, y probados, está IdentiFlight, un sistema desarrollado por la estadounidense Boulder Imaging, que combina inteligencia artificial con tecnología óptica de alta precisión para detectar águilas y otras especies de aves protegidas.
Gracias a un software y tecnologías de redes neuronales, el dispositivo procesa las imágenes para determinar la posición 3D, la velocidad, la trayectoria y las especies protegidas de interés, todo en cuestión de segundos tras la detección.
Podríamos decir que es un radar que caza las aves de manera autónoma, detectando, clasificando y limitando la actividad de las turbinas que podrían representar un riesgo para las especies que se acercan a estos gigantescos y necesarios molinos de viento.
Reconocimiento inteligente de aves
El sistema IdentiFlight combina inteligencia artificial con tecnología óptica de alta precisión para detectar las aves, clasificándolas con un 99% de precisión a una distancia de 1,3 kilómetros, según aseguran sus desarrolladores.
Este dispositivo está colocado a lo alto de unas torres que están distribuidas para cubrir varias turbinas en un mismo parque eólico. Al instalarse en red con cobertura aérea superpuesta, los sistemas trabajan conjuntamente para brindar la máxima protección posible a la actividad aviar en la zona.
La combinación de visión artificial y redes neuronales permite a los usuarios especificar qué especies de aves están protegidas, maximizando así la generación de energía.
Detección del movimiento y trayectoria
El sistema escanea constantemente el cielo y analiza miles de imágenes en grandes zonas gracias a un conjunto de ocho cámaras fijas con amplio campo de visión. A medida que las cámaras detectan el movimiento, se rastrea su trayectoria de vuelo y se mandan los datos en milisegundos a una estación base.
A partir de ahí, se analizan los parámetros recibidos y, en segundos, se determina si se debe mandar una orden para reducir la velocidad de las palas de los aerogeneradores más cercanos. «La reducción puede activarse por la proximidad, la trayectoria o las características del vuelo de las aves», describen desde la compañía.
La implantación de este sistema está siendo un éxito, reseña la empresa, tanto para las especies como para los beneficios de las energéticas que deciden ponerlo en sus plantas eólicas.
Datos para evitar colisiones
La propia compañía afirma que es «la única solución validada independientemente para el monitoreo y la reducción informada (apagado a demanda) de parques eólicos».
Entre los resultados destaca que IdentiFlight proporciona a los operadores de parques eólicos datos visuales y cuantitativos críticos necesarios para reducir o evitar colisiones.
Proteger las aves
Hace ya doce años que IdentiFlight se embarcó en «una misión para proteger a las águilas mientras apoyaba el crecimiento de la energía renovable. Hoy, estamos orgullosos de los millones de águilas que hemos ayudado a proteger».
Con más de 520 sistemas implementados en los cinco continentes, IdentiFlight ha reducido las muertes de aves en más del 85% al tiempo que mantiene una pérdida de generación de energía de menos del 1% en los parques eólicos.
Una de las características que hace original a este radar inteligente es que es la única tecnología de detección de colisiones aviares, con una biblioteca de especies que tiene reconocidas a 52 especies en todo el mundo, un catálogo que va ampliándose a medida que la implantación se va expandiendo.
Implantación en Croacia
La última alianza de Boulder Imaging se ha producido en Croacia con Oikon, la principal consultora ambiental de este país, un acuerdo que persigue llevar la tecnología de protección de aves impulsada por inteligencia artificial a los parques eólicos del sudeste de Europa.
A medida que Croacia aumenta la energía renovable bajo el Pacto Verde Europeo, los estrictos requisitos de permisos ahora exigen evaluaciones de impacto ambiental detalladas, particularmente para los parques eólicos cercano a zonas Natura 2000.
Reducción de riesgo en los proyectos
Las capacidades de detección de aves en tiempo real y reducción automatizada de turbinas de IdentiFlight ayudan a los desarrolladores a cumplir con estos estándares, reduciendo el riesgo en los permisos, al mismo tiempo que protegen especies de alta preocupación como el buitre leonado europeo, el abejero europeo, el águila culebrera europea, el águila real y el cernícalo.
Según los desarrolles de este proyecto, los primeros sistemas en Croacia están planificados para 2026, «con un enfoque inicial en corredores migratorios sensibles y terrenos ecológicamente valiosos».