Pedro Sánchez

Así engañó Sánchez a sus votantes: ni fin de la sedición ni rebaja de la malversación en sus programas

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Pedro Sánchez (EP)
Rodrigo Villar

Las contradicciones del presidente del Gobierno son múltiples cuando se contrastan sus declaraciones presentes y pasadas. Una de las más flagrantes tiene que ver con la reforma del delito de sedición y la rebaja de las penas por malversación. El dirigente socialista ocultó durante todas sus campañas electorales su intención de reformar el Código Penal para agradar a los partidos independentistas. Ahora bien, Sánchez no sólo calló sobre la reforma legal, sino que llegó a afirmar que endurecería las penas por corrupción y por sedición. «Acatamiento significa su íntegro cumplimiento», afirmaba Sánchez en 2019 en relación a las condenas de los políticos independentistas catalanes.

En este sentido, el presidente del Gobierno también llegó a asegurar en una entrevista en 2014 que «sentía vergüenza» de los indultos a los políticos, pero siete años más tarde los concedía a los condenados por el procés catalán alegando que «es lo más aconsejable para la utilidad pública». También en 2014 el líder del ejecutivo reivindicaba la no utilización del indulto por «motivos políticos y económicos». Sin embargo, ya en 2022 Sánchez salía en defensa del condenado por corrupción José Antonio Griñán señalando que estaban pagando «justos por pecadores».

En cuanto a la derogación del delito de sedición el presidente del Gobierno ha anunciado que se sustituirá por un nuevo tipo genérico llamado «desórdenes públicos agravados». Esta reforma del Código Penal resulta sorprendente teniendo en cuenta que el mismo Pedro Sánchez, durante una entrevista en 2016, manifestaba que en su opinión había habido un claro delito de sedición y de rebelión en Cataluña y que los independentistas fugados debían de ser «extraditados a España». Ahora el líder socialista no sólo reforma la ley a medida de los independentistas, sino que se justifica diciendo que «hay que devolver la confrontación y el debate político al territorio de la política y sacarlo de los juzgados».

Sobre la malversación y la corrupción en política el líder del ejecutivo llegó a comprometerse durante un debate electoral en 2019 de que traería de vuelta a España al fugado Puigdemont y que crearía un nuevo delito para «prohibir la celebración de referéndums ilegales». Sin embargo, ahora el ex presidente de la Generalitat de Cataluña podrá ver reducida su pena de prisión gracias a la rebaja del delito de malversación que prevé un máximo de cuatro años de cárcel. «Las decisiones que tenemos que tomar son arriesgadas, pero no hay otro camino», explicaba Sánchez durante un acto del PSOE.

A mayor abundamiento, el líder del PSOE afirmó en varias ocasiones que nunca pactaría con Bildu. Además, en el Congreso de los Diputados aseguró que no permitiría que la gobernabilidad de España descansase en los partidos independentistas. Pues bien, Pedro Sánchez incumplió su promesa cuando se unió tanto a ERC como a Bildu para poder ser investido como presidente. Sobre esta decisión Pedro Sánchez se justificaba diciendo que había que «dar pasos hacia la distensión política».

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