Sánchez no cambia de planes: investidura con los mismos el día 16-D
Los penados de los ERE, singularmente Chaves y Griñán, están muy dolidos con el actual PSOE. El abogado del primero, José María Mohedano, ya tenía anteriormente una pésima opinión de Sánchez y sus corifeos, pero la primera reacción que este PSOE, por boca de Ábalos, ha tenido recién alumbrada la sentencia, no ha hecho más que confirmar esta constancia: Sánchez no sólo se ha desmarcado de los que un día como Chaves fue el presidente de su partido, sino que incluso ha iniciado la estrategia de volcar sobre el partido en Andalucía toda la responsabilidad de la hecatombe.
Las fuentes de este cronista homologan la reacción primera del sanchismo con la que en su día articuló Zapatero con Barrionevo y Vera a los que incluso les negó la defensa legal del partido. “Ayer como hoy -me dice un socialista de toda la vida- ¡ay de los caídos!”.
Son los mismos que piensan que ahora quien lo tiene todo que temer no son los pobres penados (así les llaman) sino la todavía secretaria general del PSOE andaluza, Susana Díaz. El acoso y derribo de la antigua presidenta de la región ya había comenzado realmente, pero ahora va a cumplimentar un varapalo más. “Se trata -aseguran- de hacer imposible la continuidad de Susana en el cargo y, en consecuencia, de buscar un candidato para sustituírle”. Incluso ya tienen el nombre y los apellidos del presunto sucesor; se trata de Alfonso Fernández Gómez de Celis, que ha sido en este tiempo vicepresidente segundo del Congreso de los Diputados y que estuvo un tiempo como delegado del Gobierno en Andalucía, puesto en el que le situó Sánchez precisamente para hacerle la vida imposible a Susana Díaz.
Los abogados, también la propia dirección del PSOE, están, tras el conocimiento de la sentencia “absolutamente anonadados”. Este cronista puede asegurar que a finales de la semana pasada no se esperaba “cosa -literalmente como ésta”. Es más, respecto a Griñán, el principal perjudicado por la resolución del Tribunal, sus abogados tenían la creencia de que sí tendrá algún castigo pero en todo caso muy inferior al que a la postre ha sufrido. Ahora no solo acarrea la pena que, eso sí, puede ser revisada en el Supremo, sino la incomprensión y el abandono de sus propios compañeros de partido.
Porque el PSOE (y cuando se habla del PSOE se habla realmente de Sánchez, el único que manda en la organización), aparte de derivar en Andalucía la culpabilidad del robo generalizado de los ERES, ha tomado la decisión de no variar un ápice sus planes de investidura que comenzará el día 16 del próximo diciembre o, a más tardar, dos días después, el 18. Eso es lo que han pactado con su socio Iglesias que en este trance, ha tenido todavía mayor desparpajo que el que puede ser su jefe.
Tampoco otro de los posibles aliados Esquerra Republicana de Cataluña, se han expresado radicalmente contra el PSOE de Sánchez. Han hecho lo mismo que Iglesias: remontarse al pasado. Y ¿qué decir de la tercera pata para el banco de la investidura? El PNV, callado como un difunto, no vaya a ser que dentro de unos días cuando sea conozca la sentencia condenatoria del “Caso De Miguel”, el antiguo diputado foral de Alava para el que se piden en la Audiencia Provincial más de una cincuentena de años por todas las corrupciones posibles, Ábalos salte a la carótida de Ortúzar y Urkullu.
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