El PSOE exige que Ayuso declare la guerra a Vox para abstenerse en la investidura de Mañueco
El PSOE no modifica su postura tras las palabras de Pablo Casado. Pese a que el líder del PP ha cargado contra el “populismo” de la derecha, en referencia directa a Vox, y ha anunciado su oposición a un pacto con quienes “no comparten sus principios”, Pedro Sánchez no se abstendrá en la investidura de Alfonso Fernández Mañueco, salvo que el PP suelte las joyas de la corona y declare la guerra a Vox en Madrid y en Andalucía. Traducido: el PP no puede contar con la más mínima ayuda del PSOE a menos que Ayuso ponga en peligro de moción de censura el Gobierno de Madrid y Juanma Moreno el de Andalucía.
El mensaje del PSOE es el de Sánchez y el que llevará el candidato del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, a la reunión con el ganador de las elecciones, Alfonso Fernández Mañueco. Allí, como ha adelantado OKDIARIO, el líder regional del PSOE exigirá al PP que agote previamente todas las vías de negociación con sus aliados clásicos y, además, que haga una declaración de guerra expresa a Vox en todas las plazas en las que ha contado con los de Santiago Abascal para superar la investidura. Es decir, especialmente en Madrid y Andalucía. En caso contrario y sin voladura de los puentes con Vox, Sánchez vetará la abstención del PSOE en la investidura de Castilla y León.
Esa postura de los socialistas no varía con las palabras de Casado en su discurso ante los barones regionales este pasado martes. Al contrario, se multiplica porque Sánchez quiere explotar la distancia creciente entre el PP, que ha anunciado ya que no quiere un Gobierno de coalición con Vox.
El PP ha ganado las elecciones en Castilla y León. Pero el presidente regional, Alfonso Fernández Mañueco, necesita apoyos. El popular no suma más que el resto de fuerzas de izquierdas o regionalistas -sin contar a Vox- y eso le sitúa en una posición de necesidad de un apoyo estable. Y el PSOE quiere rentabilizar esa situación.
En su primer planteamiento, Fernández Mañueco no ha cerrado la puerta ni a un pacto con Vox ni a un acuerdo con el PSOE. El primer mensaje de Génova sí ha descartado el Gobierno de coalición con Vox, pero no una negociación de programa con los del líder en Castilla y León, García-Gallardo, y Abascal o con los hombres de Pedro Sánchez y Luis Tudanca.
El mensaje del martes de Casado, por su parte, exige que Vox renuncie a sus exigencias de programa para poder pactar, lo que, de facto, veta un posible acuerdo con los de Abascal. Y el PSOE dejará que sea la derecha la que juegue las cartas antes de posicionarse.