Comité Federal del PSOE

Sánchez evitar criticar a su ministro Garzón mientras crece el enfado de los barones socialistas

Sánchez, este viernes, en el Comité Federal del PSOE
Sánchez, este viernes, en el Comité Federal del PSOE
Joan Guirado

Las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre la calidad de la carne española siguen marcando la agenda política. Tras un escandaloso silencio del presidente, Pedro Sánchez ha defendido hoy los intereses de su formación ante las elecciones en Castilla y León mandando un mensaje de apoyo al campo, pero evitando reprender o abroncar a su ministro. El presidente ha asegurado que «el PSOE cumple con nuestros ganaderos y agricultores». Una mensaje suave, varios días después del inicio de la polémica -Sánchez estaba de vacaciones en Doñana-, lejos de las declaraciones públicas con las que defendió el sector desde Lituania en el anterior ataque de Garzón al sector ganadero.

En el marco del Comité Federal del PSOE, que se ha reunido este viernes por primera vez cuando se cumplen dos años de su elección como presidente del Gobierno, Sánchez ha puesto en valor que «cumplimos con nuestro sector primario, aprobando la PAC y ese reparto en todos los gobiernos autonómicos y aprobando la ley de cadena alimentaria». Unas palabras con las que pretende descafeinar las de Garzón poniendo en cuestión la calidad de la carne que se produce en España.

Minutos antes, a su llegada a la reunión, el barón manchego Emiliano García-Page atacaba directamente a Garzón: «Cuando el diablo no tiene nada que hacer mata moscas con el rabo». «Ni con el comunismo, ni con el socialismo, ni con la derecha, se pueden decir tonterías en todos los idiomas y en todas las latitudes políticas», ha dicho Page.

El presidente de Castilla-La Mancha ha avisado de que las palabras de Garzón pueden afectar directamente a los intereses socialistas en los comicios que se celebrarán en Castilla y León el mes que viene. Eso puede ocurrir, ha opinado, «si el PSOE no deja claro que piensa de forma muy distinta».

De ahí el desmarque de hoy de Sánchez defendiendo que su partido «cumple» con el sector primario. De hecho el candidato a la presidencia de Castilla y León, Luis Tudanca, ha dicho que el ministro «se ha equivocado», pero justifica parte de sus palabras respecto a las macrogranjas y parques eólicos «que son más fáciles de abrir que un consultorio en Castilla y León». Tudanca, aún así, ha avisado que «no se pueden sembrar dudas generalizando sobre un sector que es muy importante»

Por ahora el presidente no ha llamado al ministro de Consumo para pedirle explicaciones por lo que dijo. Sí que habló del tema, por teléfono, con la vicepresidenta Yolanda Díaz. Lo hará. Las presiones que recibe desde su propio partido -hoy en el Comité Federal que se celebra en Madrid varios dirigentes le pedirán el cese de Garzón-, las patronales cárnicas y la oposición, han colmado la paciencia de Sánchez. Aunque no le cesará del cargo. Únicamente le hará una advertencia de que «esto no puede ser así». Con un calendario electoral por delante importante para el Gobierno el líder del Partido Socialista no quiere añadir más tensión a la coalición.

Pero las tensiones existen. Sin ir más lejos, este mismo viernes, horas antes de esas declaraciones, el presidente del grupo parlamentario confederal de Unidas Podemos, Jaume Asens, ha acusado al PSOE en una entrevista en Radio Nacional de haberles «lanzado un entrecot a la cara». El podemita ha lamentado la actitud de los ministros socialistas, antes de escuchar a Sánchez, de dejar solo a Garzón e incluso de atacarle. Jaume Asens también ha ahondado más en la polémica, mientras algunos socialistas por orden expresa del presidente se encargaban de situar sus palabras en la expresión personal y no del cargo que representa, afirmando que el ministro hablaba en nombre del Ejecutivo del que forma parte.

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