El Rey Juan Carlos quiere volver ya a España pero Moncloa y Zarzuela se niegan

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El Rey emérito Juan Carlos I quiere volver a España en Navidad, agotado de su estancia en un hotel de lujo de los Emiratos Árabes, el feudo de Jalifa II bin Zayed Al Nahayan, con el que le une una estrecha y larga amistad.

Pero los planes de Don Juan Carlos han abierto un cisma en La Moncloa y en el Palacio de La Zarzuela. Aunque por diferentes motivos, ni el presidente Pedro Sánchez ni el Rey Felipe VI ven con buenos ojos la intención del Emérito de volver a instalarse en La Zarzuela, en pleno escándalo por su fortuna oculta en varios paraísos fiscales (destapada por OKDIARIO) y en medio de la ofensiva contra la Monarquía puesta en marcha por el vicepresidente Pablo Iglesias.

Don Juan Carlos I abandonó España el pasado mes de agosto y, sólo unos días después, trascendió que había recalado en Abu Dabi. Cinco meses antes, en marzo, la Casa del Rey había anunciado que Felipe VI ha renunciado ante notario a cualquier herencia que pudiera corresponderle de la fortuna de su padre.

Según el comunicado que difundió la Casa del Rey, Felipe VI ha renunciado expresamente «a cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen, características o finalidad puedan no estar en consonancia con la legalidad o con los criterios de rectitud e integridad que rigen su actividad institucional y privada y que deben informar la actividad de la Corona».

Quería regresar en octubre

El diario británico The Sunday Telegraph había desvelado que Felipe VI aparece como «segundo beneficiario» de la fundación offshore que su padre utilizó para «regalar» 65 millones de euros a Corinna Sayn Wittgenstein.

En medio de un gran secretismo, Pedro Sánchez presionó a la Casa del Rey para que el Emérito abandonara España: de algún modo llegó a la conclusión de que así cesaría el escándalo. Cuando se hizo pública su marcha, el vicepresidente Pablo Iglesias acusó a Don Juan Carlos de «huir» de España y al presidente de haberle ocultado lo hechos. Podemos aprovechó la ocasión para intensificar la campaña que había puesto en marcha contra la Monarquía coincidiendo con el inicio de la pandemia de coronavirus.

Don Juan Carlos tenía intención de regresar a España discretamente el pasado 10 de octubre en un vuelo comercial procedente de Abu Dabi. Sin embargo, desistió de sus planes cuando OKDIARIO publicó una larga entrevista en exclusiva con Corinna Sayn Wittgenstein, la primera que ofrece ante las cámaras.

Las nuevas revelaciones de Corinna, grabadas en el hotel Connaught de Londres, resultaron explosivas. Según su testimonio, la accidentada cacería de Botswana y el caso Nóos provocaron una conspiración para que Juan Carlos I abdicara.

La «conspiración» contra el Emérito

«En 2011 [Juan Carlos] me dijo que se había enterado de que en Palacio se mantenían conversaciones secretas a sus espaldas», relató Corinna a OKDIARIO, «identificó de forma muy directa a la Reina Sofía y que su relación se había vuelto tan disfuncional que era ya hostilidad apenas oculta. Y dijo que ella sólo se había quedado ahí tanto tiempo para ver a su hijo ascender al trono, y que estaba deseando que Felipe fuera ya Rey porque tenía más influencia sobre su hijo que sobre su marido. Esas fueron sus palabras precisas. Así que es obvio que tuvo que haber personas que apoyaran sus ambiciones desde dentro».

La princesa germana también aseguró que puso fin a su relación sentimental con Don Juan Carlos porque «no quise formar parte de un harén» y añadió sobre la fortuna oculta del Emérito: «El New York Times estima su fortuna total en 2.300 millones de dólares. Forbes la ha estimado en torno a 1.200 millones de euros… Estoy segura de que son publicaciones bastante serias y que basan sus estimaciones en investigación bastante exhaustiva, así que no soy quien para contradecirlas”.

También aludió al caso Nóos con las siguientes palabras: «En 2004, mantuve largas discusiones con Urdangarín para encontrarle un trabajo apropiado, y se lo encontré. Al final decidió rechazarlo porque el aspecto financiero no era tan importante. Para mí estaba claro que se sentía presionado para mantener a su esposa, a la infanta Cristina, con las comodidades y condiciones que los padres de ella esperaban, y él no era más que un deportista y sus medios para lograr tal cosa eran limitados. Lo que sabemos es que el tesorero de la Fundación Nóos era Carlos García Revenga, que era el secretario personal de las infantas. Estoy segura de que la Casa Real estaba bien al tanto de lo que ocurría. También resulta que el CNI estaba copiando los registros informáticos cada mes. Así que me cuesta mucho creer que no supieran lo que estaba pasando”.

Tras estas revelaciones, Don Juan Carlos consideró que no era el mejor momento para regresar a España. Pretende hacerlo ahora, ante la proximidad de la Navidad, pero se ha encontrado con el «no» de La Moncloa y La Zarzuela. Pedro Sánchez es consciente de que el regreso del monarca va a crearle nuevos problemas con su vicepresidente Pablo Iglesias. Por su parte, Felipe VI no quiere que la sombra de la corrupción de su progenitor siga manchando su Reinado en un momento especialmente crítico para la Monarquía española.

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