Puigdemont incurrirá en un delito de usurpación de funciones si retiene poder desde Bruselas


La hoja de ruta de Carles Puigdemont está trazada: en los próximos días, y como avanzó OKDIARIO, renunciará a ser president, designará al líder de la ANC, Jordi Sánchez-en prisión acusado, entre otros, de rebelión-y, a constatarse la imposibilidad de que sea elegido, el candidato será Jordi Turull.
Pero ello no implica que Puigdemont esté dispuesto a una retirada total. Uno de las principales discrepancias en las negociaciones entre Junts per Catalunya y ERC es, precisamente, el papel que se asignará una vez el gobierno sea efectivo. Para empezar, Puigdemont quiere ser investido de forma simbólica en Bruselas, y presiona para obtener contrapartidas a su retirada, como retener la posibilidad de convocar elecciones o dirigir la estrategia política del Govern, así como nombrar distintos cargos-sobre todo, los futuros consellers.
Todo ello, funciones propias del Gobierno que se trate y en las que, por tanto, Puigdemont no podría intervenir. Si lo hace, estaría incumpliendo la ley.
Entre tanto, las discusiones se extienden también a la composición del futuro Govern, en el que el entorno de Puigdemont y los republicanos quieren retener las principales áreas de poder.
Si ERC ha aceptado que Puigdemont decida quién es el futuro president-a costa de renunciar a las aspiraciones del propio Oriol Junqueras-es porque quiere algo a cambio: y es, sobre todo, que el ex vicepresidente asuma la portavocía del Gobierno y la estratégica secretaría de Comunicación.
Además, ERC quiere seguir ostentando la vicepresidencia, lo que evitaría que el entorno de Puigdemont acumulase los principales cargos de poder, una presidencia simbólica y otra efectiva.
Los republicanos alegan que entre ambas formaciones sólo hubo unos 10.000 votos el pasado 21 de diciembre y dos diputados de diferencia.
Por otro lado, Puigdemont será reconocido como presidente «legítimo» en un acto en Bruselas, la próxima semana.
Pese a la voluntad de acuerdo, desde JxCat no descartan «ninguna eventualidad», tampoco el escenario de elecciones, aunque el primer grupo independentista del Parlament espera que «en las próximas horas o días» las «dudas» que considera que tiene ERC se disipen y se pueda cerrar un principio de acuerdo, según informa Efe.