Condecoración

El mundo jurídico estalla con la concesión del máximo reconocimiento en la Justicia a Zapatero y Zerolo

Destacan que hay jueces, abogados, fiscales y catedráticos que merecen esta condecoración, pero no se les ha otorgado

Zapatero y Zerolo
Bolaños ha concedido a Zapatero y Zerolo la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort.
Rosalina Moreno

Los jueces no dan crédito a que se haya otorgado la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort, conocida como la Raimunda, al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y al exconcejal socialista madrileño y secretario de Movimientos Sociales del PSM-PSOE Pedro Zerolo, ya fallecido, a título póstumo. Y ello porque esta condecoración premia «los relevantes méritos contraídos por cuantos intervienen en la Administración de Justicia y en el cultivo y aplicación del estudio del Derecho en todas sus ramas, así como los servicios prestados en las actividades jurídicas dependientes del Ministerio de Justicia».​

La concesión a Zerolo fue publicada en el BOE del martes y la de Zapatero en la de este miércoles, ambas firmadas por el Rey, Felipe VI, y Bolaños. «Encuentra las siete diferencias», ha publicado en X el juez Fernando Portillo, presidente de la asociación Foro Judicial Independiente (FJI), conocido en redes sociales como Judge the Zipper, junto a una imagen del BOE que publica el Real Decreto por el que se concede la ‘Raimunda’ a Zapatero y otra en la que se explica qué premia.

Esta condecoración civil instaurada en enero de 1944. La Cruz de San Raimundo tiene diferentes clases. La Gran Cruz es la máxima condecoración de la Orden y sólo se concede a un máximo de 200 españoles. No se computan en este número la que ostente en virtud de su derecho eminente el jefe del Estado y las que se otorguen a quienes fueron miembros del Gobierno. Las otras son la Cruz de Honor, Cruz distinguida de primera y segunda clase, Cruz sencilla y Medalla del Mérito a la Justicia.

Según se desprende del BOE, se ha entregado a ambos, licenciados en Derecho, «en atención a los méritos y circunstancias que concurren» en ellos, a propuesta del ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, y previa deliberación del Consejo de Ministros del 24 de junio.

«Dentro de la Carrera Judicial y en la sociedad civil hay jueces, abogados, fiscales y catedráticos de toda condición que lo merecen mucho antes»,  declara a OKDIARIO el magistrado Jesús Villegas, secretario general de Plataforma Cívica por la Independencia Judicial, preguntado al respecto. «La Raimunda debe prestigiarse, no degradarse», sentencia.

A este magistrado le ha producido una «gran sorpresa» la concesión de estas condecoraciones a Zapatero y Zerolo: «Desconocemos cuáles son los méritos de estas personas en servicio de la Justicia».

«No cuestiono la trayectoria de los condecorados porque, como juez y a la plataforma, no nos concierne hacer un análisis de su trayectoria política. Tal vez hayan tenido otros méritos en otros ámbitos de la vida pública, pero, desde luego, en Justicia me produce una gran sorpresa y para mí es un enigma. Deberían explicarlo», señala Villegas.

Un condecorado quiere devolverla

Javier Borrego, magistrado emérito del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, no da crédito. Borrego, quien tiene a sus espaldas espaldas 49 años y siete meses al servicio del Estado, también está en posesión de una condecoración de la Orden de San Raimundo. Al conocer que se ha concedido a Zapatero y Zerolo declara con ironía a este diario que quiere devolver la suya al ministro de Justicia.»Era una cosa de honor y ha dejado de serlo», manifiesta.

Borrego, que participó en las I Jornadas Jurídicas de OKDIARIO, celebradas el pasado enero, obtuvo la licenciatura de Derecho con tan sólo 20 años y con 25 superó la oposición de Abogado del Estado. Entre 2003 y 2008 fue juez del TEDH, con sede en Estrasburgo, por España; a su regreso se incorporó como abogado del Estado en la Audiencia Nacional; y luego fue nombrado abogado del Estado-jefe en el Tribunal de Cuentas.

En 2018 fue elegido magistrado de la Sala Tercera del Supremo, cargo que ejerció hasta que en diciembre de 2020 adelantó un año su jubilación por haber sido nombrado consejero independiente del Consejo de Administración de la Financiera de El Corte Inglés.

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