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Ni lejía ni jabón: el sencillo truco para limpiar los filtros del aire acondicionado y dejarlos impolutos

Filtros del aire acondicionado
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Con la llegada del verano, el aire acondicionado se convierte en uno de los mejores aliados para hacer frente al calor. A medida que suben las temperaturas, también aumentan las horas de uso de este aparato, que pasa a ser parte fundamental de la rutina diaria. Sin embargo, muchas personas olvidan que para que funcione correctamente y no represente un riesgo para la salud, requieren un mantenimiento básico pero esencial. Uno de los puntos clave es la limpieza de los filtros del aire acondicionado, una tarea sencilla que puede marcar una gran diferencia en el rendimiento del equipo.

Los filtros son los encargados de capturar polvo, polen, bacterias y otros contaminantes presentes en el aire. Si se descuida su limpieza, no sólo disminuye la eficiencia del aparato, sino que también se incrementa el consumo energético y empeora la calidad del aire. Además, en equipos que también ofrecen calefacción, como los de bomba de calor, este mantenimiento es aún más importante.

¿Qué pasa si los filtros del aire acondicionado están sucios?

Cuando usamos el aire acondicionado con frecuencia, los filtros acumulan partículas en suspensión que flotan en el ambiente: polvo, polen, moho, pelos de mascotas, entre otros. Estas impurezas se van acumulando poco a poco y terminan creando una barrera que impide que el aire fluya correctamente. Esto no sólo obliga al aparato a trabajar con mayor esfuerzo (aumentando así el consumo de electricidad), sino que también puede provocar fallos mecánicos a largo plazo.

Además, un filtro sucio puede convertirse en un foco de bacterias y hongos, afectando la calidad del aire que respiramos y generando posibles problemas respiratorios, especialmente en personas alérgicas o con asma. Por eso, limpiarlos de manera periódica no es una simple cuestión de eficiencia, sino también de salud.

La frecuencia ideal para la limpiar los filtros del aire acondicionado depende del uso que se haga del aparato. Si sólo se utiliza en los meses de verano, lo recomendable es hacerlo al menos dos veces al año: una antes de los meses de calor y otra después. Sin embargo, si el aire acondicionado también se usa como sistema de calefacción durante el invierno, es aconsejable realizar esta tarea unas tres o cuatro veces al año.

¿Cómo limpiarlos?

Antes de empezar con la limpieza, lo primero es asegurarse de que está apagado y desconectado de la corriente eléctrica. La mayoría de los modelos de split tienen una tapa frontal que se levanta con facilidad. Esta cubierta protege los filtros y da acceso al sistema interno. Con cuidado, levántala hasta que se mantenga abierta por sí sola o fíjala si tu modelo lo permite.

Los filtros suelen ser unas rejillas de plástico con un marco que se encajan en la parte delantera del aparato. Es importante manipularlos con suavidad para no romperlos ni deformarlos. Sácalos lentamente y colócalos sobre una superficie limpia.

Antes de mojar los filtros, conviene eliminar la capa más gruesa de suciedad. Puedes ayudarte de un cepillo suave o de un trapo seco. Si tienes un aspirador de mano con un accesorio para tapicería, también puedes usarlo para eliminar el polvo superficial.

Una vez retirada la suciedad más visible, es momento de lavar los filtros. Utiliza agua fría del grifo y evita usar productos químicos o detergentes agresivos, ya que podrían dañar el material o dejar residuos perjudiciales. Puedes frotar suavemente con las manos o usar una esponja blanda para eliminar la suciedad adherida.

Una vez lavados, deja que los filtros se sequen completamente al aire libre, en un lugar con sombra. No utilices secadores, estufas ni los expongas al sol directo, ya que el calor excesivo puede deformar el plástico. Asegúrate de que estén totalmente secos antes de volver a introducirlos en el aparato.

Cuando los filtros estén limpios y secos, colócalos nuevamente en su sitio, siguiendo el mismo orden en el que los retiraste. Cierra la tapa frontal con cuidado, asegurándote de que quede bien encajada y sin holguras.

Finalmente, vuelve a conectar el aire acondicionado a la corriente y enciéndelo. Comprueba que el flujo de aire sea el adecuado y que el aparato no emita ruidos extraños. Si todo está en orden, el mantenimiento ha sido un éxito.

Consejos para alargar la vida útil del aparato

Además de limpiar los filtros, hay otras recomendaciones que pueden ayudarte a mantener tu equipo en las mejores condiciones durante más tiempo:

  • Evita cambios bruscos de temperatura. No es recomendable pasar de 30 a 18 grados de golpe. Ajusta la temperatura de forma gradual para que el aparato no sufra un desgaste innecesario.
  • Programa el encendido y apagado. Usa temporizadores para que el aire acondicionado funcione solo cuando sea necesario, evitando un uso prolongado e ineficiente.
  • Mantén despejado el entorno de la unidad exterior. Asegúrate de que no haya obstáculos que impidan una buena ventilación.

Limpiar los filtros del aire acondicionado es una tarea sencilla que no requiere herramientas especiales ni conocimientos técnicos avanzados, pero que tiene un impacto enorme en el rendimiento, la eficiencia energética y la salud del hogar.

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