El PSOE y Podemos consiguen que Bruselas impulse su plan para “reutilizar y reciclar la ropa”

Podemos y PSOE consiguen que Bruselas impulse su plan para “reutilizar y reciclar la ropa”
Podemos y PSOE consiguen que Bruselas impulse su plan para “reutilizar y reciclar la ropa”
Carlos Cuesta

Su nombre es Pacto Verde Europeo. Y traslada a toda Europa las exigencias del PSOE y Podemos que ya han difundido por España. Se trata de una agenda con propuestas para “hacer de los productos sostenibles la norma” y “reutilizar y reciclar” hasta la ropa. Busca luchar, entre otras cosas, contra «la moda rápida».

La Comisión Europea ha presentado su paquete de propuestas para “fomentar los modelos de negocio circulares y capacitar a los consumidores de cara a la transición ecológica”. Todo un engranaje ecologista que pretende imponer “nuevas normas para que casi todos los bienes físicos comercializados en la UE sean más respetuosos con el medio ambiente, adaptados a la economía circular y eficientes desde el punto de vista energético en todo su ciclo de vida, desde la fase de diseño hasta su uso cotidiano, reconversión y eliminación”.

La Comisión también ha presentado una “nueva estrategia para hacer que los textiles sean más duraderos, reparables, reutilizables y reciclables a fin de luchar contra la moda rápida, la basura textil y la destrucción de los productos textiles no vendidos” y “velar para que su producción se lleve a cabo respetando plenamente los derechos laborales”.

Una tercera propuesta de Bruselas va dirigida a “estimular el mercado interior de los productos de construcción y cerciorarse de que la normativa vigente contribuya a que el entorno construido cumpla con los objetivos en materia de sostenibilidad y clima”.

Por último, el paquete incluye una propuesta sobre “nuevas normas para capacitar a los consumidores en la transición ecológica, de modo que estén mejor informados sobre la sostenibilidad medioambiental de los productos y mejor protegidos frente al blanqueo ecológico”.

Pura Agenda 2030 en plena crisis

Con esas propuestas, la Comisión pretende impulsar “las herramientas para avanzar hacia una economía verdaderamente circular en la UE, una economía liberada de la dependencia de la energía y los recursos, más resiliente ante perturbaciones externas y respetuosa con la naturaleza y la salud de las personas”.

Es decir, pura Agenda 2030. Y todo ello en medio de una crisis en la que las empresas se encuentran al límite de su capacidad de asunción de nuevos costes.

La propuesta de Reglamento sobre el diseño ecológico de los productos sostenibles se refiere al diseño de productos, el cual determina “hasta el 80% del impacto medioambiental de su ciclo de vida”, según Bruselas. El plan establece nuevos requisitos para hacer que los productos sean “más duraderos, fiables, reutilizables, actualizables, reparables, más fáciles de mantener, renovar y reciclar, y eficientes en el uso de la energía y los recursos”, añade la Comisión. Además, los requisitos de información específicos de los productos deberán garantizar que los consumidores conozcan el impacto medioambiental de sus compras. Todos los productos regulados tendrán pasaportes digitales de productos, lo que facilitará su reparación o reciclado y el seguimiento de las sustancias preocupantes en toda la cadena de suministro. También podrá introducirse el etiquetado correspondiente. Asimismo, la propuesta comprende medidas para poner fin a “la destrucción de bienes de consumo no vendidos, ampliar la contratación pública ecológica y ofrecer incentivos para los productos sostenibles”.

La propuesta amplía el actual marco de diseño ecológico de dos maneras: en primer lugar, se aplicará a la gama más amplia posible de productos; y, en segundo lugar, ampliará el ámbito de aplicación de los requisitos que deben cumplir los productos.

Para impulsar “la utilización de productos sostenibles en el mercado de la UE”, Bruselas incluye su Estrategia de la UE sobre los Productos Textiles Sostenibles y Circulares y la revisión del Reglamento sobre los productos de construcción. El consumo europeo de productos textiles ejerce “el cuarto mayor impacto en el medio ambiente y el cambio climático, después de la alimentación, la vivienda y los transportes”, según Bruselas. También es el tercer sector en consumo de agua y uso del suelo, y el quinto en lo referido a las materias primas primarias, en base a esos mismos datos.

La Estrategia de la UE sobre los Productos Textiles Sostenibles y Circulares establece objetivos y medidas concretas para velar por que, de aquí a 2030, los productos textiles comercializados en la UE sean de larga duración y reciclables y estén fabricados en la medida de lo posible con fibras recicladas, sin sustancias peligrosas y producidos respetando los derechos sociales y el medio ambiente. “Los consumidores disfrutarán durante más tiempo de unos productos textiles de alta calidad, la moda rápida debería estar pasada de moda y debería haber amplia disponibilidad de servicios de reutilización y reparación rentables”, añade la Comisión. “En un sector textil competitivo, resiliente e innovador, los fabricantes deben asumir la responsabilidad de sus productos en toda la cadena de valor, incluso tras convertirse en residuos. De este modo, el ecosistema textil circular prosperará y recibirá el estímulo de capacidades suficientes de reciclado innovador de fibra a fibra, al tiempo que se reducen al mínimo la incineración y la eliminación de productos textiles”, concluye.

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