El PSOE pide a los españoles no «desperdiciar» comida y llevarse «las sobras de los restaurantes»
Pedro Sánchez continúa con sus recetas económicas complementarias del lema “Salimos más fuertes”. El PSOE ha registrado un texto en el Congreso de los Diputados en el que pide a los españoles que no “desperdicien” en alimentos y se lleven las sobras de los restaurantes. Lo hace justo después de presentar otra proposición no de ley en la que pedía a la población prepararse para la cultura de la “reparación y reutilización” de las cosas. Bienvenidos a la era del apretón del cinturón.
La nueva proposición de ley es igualmente del partido en el Gobierno, del PSOE. Y hace un llamamiento abierto a frenar lo que denomina como “despilfarro alimentario”. Una medida que ve complementaria de facilitar que “los consumidores puedan llevarse, sin coste adicional, los alimentos que no hayan consumido” en los restaurantes: las sobras.
El texto ha sido registrado bajo el nombre de Proposición No de Ley sobre Despilfarro Alimentario. Ha sido presentada el 4 de febrero. Y forma parte del creciente impulso a los mandamientos de la Agenda 2030. El argumento estrella es la pobreza y el cuidado del planeta: “Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODSJ constituyen un llamamiento universal a la acción para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas y las perspectivas de las personas en todo el mundo”, señala el texto.
Los socialistas recuerdan que “España está comprometida a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas que incluyen […] la reducción del desperdicio de alimentos a la mitad entre minoristas y consumidores y la disminución de las pérdidas de alimentos en el resto de los eslabones de la cadena alimentaria”.
Los socialistas aseguran que “reducir el volumen de desperdicios alimentarios es además una obligación moral. Según el Programa Mundial de Alimentos, 795 millones de personas en el mundo no disponen de alimentos suficientes para llevar una vida sana y activa. La malnutrición es responsable de cerca de la mitad de todas las muertes de niños menores de cinco años” y que “el desperdicio de alimentos no es sólo una de las mayores muestras de ineficiencia en el sector agroalimentario, que encadena y agota los recursos naturales limitados, como la tierra, el agua y la biodiversidad, es también un símbolo de la destrucción medioambiental provocada por la sociedad opulenta y sobre todo, un símbolo de injusticia: mientras en los países industrializados se tiran toneladas de comida, muchos seres humanos no pueden permitirse comer”.
Alimentos no consumidos
El partido de Pedro Sánchez afirma que “en la Unión Europea (UE) el 30% de todos los alimentos producidos no se consumen. Se desperdician unos 89 millones de toneladas al año (el equivalente a 173 Kg por persona) y se emiten 170 millones de toneladas de CO2 en la producción y eliminación de residuos alimentarios”. Y, partiendo de esos datos, “los costes asociados con los residuos alimentarios para la UE se calculan en unos 143.000 millones de euros. Dos tercios de los costes están asociados con los residuos de alimentos de los hogares. Mientras el 30% de los alimentos producidos en la UE se pierde, 55 millones de personas no pueden pagar alimentos de calidad cada dos días”.
«Más alimento, menos desperdicio»
Por todo ello, el PSOE pide dar un paso decidido hacia el lema «más alimento, menos desperdicio», organizado en torno a ocho áreas de actuación: «Formación y sensibilización, fomento de buenas prácticas, colaboración con otros agentes, acuerdos sectoriales, aspectos normativos, investigación e innovación y desperdicio alimentario, medio ambiente y cambio climático”.
Y las medidas concretas en esta materia incluyen las siguientes. En primer lugar, “sensibilizar y divulgar” el fin del “despilfarro” alimentario entre los consumidores. En segundo lugar, “impulsar campañas informativas que fomenten comportamientos responsables que contribuyan a la reducción del despilfarro alimentario en los hogares”. Y, además, intentar “evitar confusiones en el consumidor con respecto a la aptitud para el consumo de determinados alimentos”.
En tercer lugar, y también de forma destacada, “que todos los agentes implicados en la producción, generación, distribución y comercialización de alimentos puedan donar la comida que desechan, apta para el consumo humano”. Igualmente, “comercializar alimentos con defectos de forma, tamaño u otros que no afecten a la seguridad de los mismos”. Y, sólo por citar alguna medida más, la estrella: “Adoptar aquellas medidas que favorezcan que, en los negocios de hostelería y otros servicios alimentarios, los consumidores puedan llevarse, sin coste adicional, los alimentos que no hayan consumido”. Lo que siempre se ha llamado, las sobras.