España

Preocupación en Moncloa por que Sánchez impida un pacto por las pensiones

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El regreso de Pedro Sánchez a la Secretaría General del PSOE complica, según el Gobierno, que se puedan alcanzar acuerdos en algunas cuestiones urgentes, como la reforma del sistema de pensiones. 

Esa es actualmente una de las grandes preocupaciones, y urgencias, en Moncloa. Y la llegada de Sánchez añade un factor de incertidumbre especialmente significativo.

La de las pensiones es una de las reformas que el Gobierno negocia en los últimos meses con la oposición. No obstante, los trabajos de la Comisión del Pacto de Toledo, en el Congreso, han dejado por ahora más discrepancias que acuerdos. Ni siquiera se ha cumplido la voluntad de poder alumbrar un primer documento antes del verano, como era intención de los grupos. Un compromiso que se fue postergando ante la árida batalla por el liderazgo en el PSOE y que tiene ahora un futuro incierto.

El grupo socialista había traslado al Gobierno la intención de salvar un acuerdo inmediato, para, más adelante, seguir negociando otras cuestiones. Entre esas urgencias, el PSOE reclamaba elevar el salario mínimo y las bases de cotización, y medidas como retirar el coste de las políticas activas de empleo de la Seguridad Social.

Pero, hoy por hoy, la negociación enfrenta posturas insalvables, entre ellas,  la negativa de PSOE y Podemos a aceptar que la revalorización de las pensiones no puede ligarse a la evolución de la inflación o las diferencias sobre un sistema para la financiación alternativa.

Nadie espera avances, al menos, hasta que el PSOE celebre su Congreso Federal, en junio. Y en Moncloa no escapa que las pensiones son una poderosa arma electoral, que el nuevo líder de la oposición podría utilizar para sus propios intereses.

En marzo, el PSOE ya llevó al Pleno del Congreso una proposición no de ley en la que se pide la derogación de la norma del PP, de 2013, para desvincular la revalorización de las pensiones del IPC. La propuesta concilió el apoyo de toda la oposición (172 votos a favor, 132 en contra y 32 abstenciones) e indignó a los ‘populares’, que acusaron a socialistas de torpedear la posibilidad de un acuerdo en esta materia.

Presión de barones en Educación

Moncloa sí es optimista en otros pactos, como el de Educación, para el que se confía en los barones socialistas con responsabilidades de gobierno.

En ese sentido, en fuentes de Moncloa se destaca el buen clima de las conversaciones con los dirigentes territoriales que, como competentes en materia educativa, serían una baza de presión para que su nuevo líder tornase en una mayor disposición de acuerdo con el Gobierno. En fuentes ‘populares’ se destaca que no sería «responsable» que el líder socialista truncase esa posibilidad de acuerdo, también otro de los grandes pactos de Estado que el jefe del Ejecutivo quiere consensuar con el principal partido de la oposición.

En cualquier caso, Moncloa es profundamente escéptica en las posibles negociaciones con Sánchez de cara a una legislatura «constructiva». El portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, consideró este viernes que el acuerdo de Presupuestos predispone a que la legislatura sea «larga»-esto es, al menos, hasta 2019-pero advirtió al mismo tiempo de que habrá de ser «fructífera».

Unidad de España, terrorismo y Brexit

Rajoy no quiere pasar por el calvario de una oposición encontrada en cada sesión parlamentaria. Y le disgusta también que la legislatura avance sin acuerdos de calado, como los pactos de Estado que ofreció al PSOE incluso antes de su investidura.

De hecho, en Moncloa solo se confía en que Sánchez dé su apoyo en lo que respecta al desafío independentista, la lucha contra el terrorismo yihadista y el Brexit.

El presidente del Gobierno está satisfecho por haber recibido de Sánchez el rechazo expreso a un referéndum ilegal, los términos en que se desarrolló la charla telefónica que ambos mantuvieron el pasado lunes.

En esa conversación, a iniciativa del líder socialista, Sánchez explicó a Rajoy que su partido estará en la defensa de la legalidad y de la Constitución y «contra cualquier intento de romperla».

Una reafirmación ante las dudas que en Moncloa y en el PP habían suscitado declaraciones previas de Sánchez, como la defensa del ‘Estado plurinacional’, contenida en su programa político.