La Policía desarticula una banda que financiaba a Al Qaeda desde España y detiene a diez personas

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La Policía Nacional ha desarticulado en una operación llevada a cabo en varias provincias españolas un grupo delictivo que había creado una estructura societaria para blanquear capitales y financiar a grupos terroristas de Al Qaeda en Siria, donde están integrados varios familiares de los implicados.

En la operación, realizada en Madrid, Valencia y Toledo y en la que se han detenido a diez personas -una siria y nueve nacionalizadas españolas- han participado más de 350 agentes, según ha informado Interior.
Los detenidos gestionaban negocios legales en España, pero ocultaban operaciones ilícitas con las que defraudaban a Hacienda y blanqueaban importantes sumas de dinero. Según Interior, disponían de un entramado de empresas con las que generaban facturas falsas de forma masiva.

Fuentes de la investigación han precisado que la estructura empresarial contaba con negocios de alimentación, sanitarios, de transporte de mercancías y de compraventa de vehículos. Se les vincula con delitos de pertenencia a organización criminal, colaboración con organización terrorista, financiación del terrorismo, blanqueo de capitales, fraude fiscal, falsedad documental y promoción de la inmigración ilegal.

Un clan familiar

Esa estructura la dirigía un clan familiar que había creado un sistema financiero en el que se detraía dinero de cada operación legal y se destinaba la diferencia a una caja b.

Los agentes de la Comisaría General de Información lograron desentrañar ese sistema de financiación. Sospechan que «gran parte» del dinero se destinaba a dar soporte a Al Qaeda en la región siria de Idilb. Las investigaciones apuntan a que los cabecillas de la red tienen vínculos familiares con miembros del grupo terrorista en ese país.

De hecho, uno de los arrestados fue detenido en Siria en 2008 y condenado por un atentado y por participar en la organización yihadista Fatah el Islam. Tras cumplir condena volvió a España y se reintegró en el negocio familiar.

Para enviar el dinero se usaban diferentes métodos. Desde «correos humanos», maletas con dinero oculto, remesadoras o, sobre todo, la «hawala», un sistema de envío no regulado que emplea una red de mediadores que se sirven de sus negocios para hacer llegar los fondos.

Interior añade que, en abril de 2018, activaron una vía de transporte en la ruta Damasco-Hama-Idlib-Turquía. Interior subraya que se trata de un paso al que solo pueden acceder personas con contactos directos en las milicias terroristas. Esas milicias controlan la zona y hacían que los envíos llegasen a su destino.

Pero los detenidos no solo se dedicaban a lavar dinero y enviarlo a Siria, sino que también promovían la inmigración irregular: enviaban cartas de invitación mediante contratos falsos. Más tarde, algunos de esos ciudadanos era enviado como «correo humano» a introducir dinero en Siria.

La Policía enmarca a este grupo dentro de una «macroestructura financiera internacional de naturaleza clandestina» que tiene como objetivos «la grave desestabilización del sistema económico capitalista occidental y el sostenimiento y apoyo a organizaciones terroristas yihadistas a Al Qaeda y afines».

La operación, supervisada por el Juzgado de Instrucción número 6 y la Fiscalía de la Audiencia Nacional, la han desarrollado investigadores de la Comisaría General de Información, en colaboración con la Comisaría General de Extranjería y Fronteras y las Brigadas Provinciales de Información de Madrid, Toledo y Valencia.

Han participado más de 350 agentes de diferentes unidades policiales (Información, GEO, UIP, TEDAX, GOIT, Guías Caninos y Policía Científica) y la investigación ha contado con la colaboración de Europol, que ha desplazado dos Oficinas Móviles a España, así como de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude de la Agencia Tributaria.

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