La Policía comunicó en tiempo real los gritos homófobos de los neonazis pero la delegada no quiso disolver

chueca neonazi
Manifestación neonazi en Chueca. (Foto: Europa Press)
Carlos Cuesta

La Policía cumplió con su cometido en el control de la manifestación neonazi por el barrio de Chueca este pasado sábado. Comprobó los eslóganes y tras certificar su contenido ilegal lo comunicó a la Delegación del Gobierno a la espera de órdenes. Pero la indicación de proceder a disolver el acto nunca llegó. Y ello, pese a que entre las frases comunicadas figuraban las de «¡fuera maricas de nuestros barrios!» y «¡fuera sidosos de Madrid!», un contenido evidentemente homófobo y contrario a la libertad sexual recogida por nuestro ordenamiento legal y constitucional.

La Policía tiene la sensación de estar siendo usada. Sus agentes y hasta la propia manifestación. El término interno que ha empezado a usarse por los agentes es el de una manifestación con «falsa bandera». Traducido: que alguien tenía interés en que la manifestación transcurriese bajo el paraguas de una organización más desconocida. Pese a que, evidentemente, el contenido de los gritos y eslóganes era ilegal.

La manifestación se solicitó bajo el nombre del colectivo Madrid Seguro. “Algo que permite no tener que presuponer que son neonazis”, cuando las organizaciones de este tipo existentes no suelen esconder su condición, destacan fuentes policiales. El motivo de la manifestación era evidentemente falso: “En contra de las Agendas 2030/2050″, como destacaban los panfletos divulgados por los organizadores.

“Pero desde el minuto uno aquello se convirtió en una manifestación homófoba, con eslóganes ilegales y con un contenido contrario al comunicado. Porque al convocar se tienen que dar datos a la Delegación del Gobierno del contenido de los mensajes que se van a lanzar”, añaden las mismas fuentes.

Toda esa información debía haber figurado en la comunicación a la Delegación del Gobierno. En caso contrario, de hecho, debió haberse considerado que la manifestación estaba ocultando información decisiva y, por lo tanto, debió haberse, al menos, dirigido la concentración a otro barrio. Pero nada de ello ocurrió. La Delegación del Gobierno permitió el acto hasta el final bajo el argumento de la libertad de manifestación y expresión.

Los sistemas de control policial de las manifestaciones permiten, en base a todo ello, comparar la realidad de la movilización, con lo comunicado a las autoridades. Y, en caso de que no concuerde y se utilice con fines ilegales, en este caso concreto, por atentar contra la libertad sexual de las personas, se debería haber ordenado disolver la marcha. Pero eso tampoco ocurrió.

Capacidad para disolver el acto

Es más, el propio jefe del dispositivo tiene capacidad para disolver el acto dependiendo de la magnitud de la vulneración de los derechos provocada por la manifestación y de la conveniencia de dispersar a los asistentes por motivos de seguridad y orden público.

Fuentes policiales han confirmado a OKDIARIO que la información de lo que ocurría se trasladó a la Delegación de Gobierno y que, pese a ello, nunca se recibió la indicación de proceder a disolver la manifestación. A partir de ahí, el pequeño número de asistentes a la concentración neonazi entró en la valoración de los propios policías para decidir si se hacía más daño disolviendo o dejando que el reducido grupo terminase y se marchase. “En los casos de contenido político, además, se suele buscar la indicación de la Delegación del Gobierno para evitar problemas posteriores”. Y esa indicación, repiten, “no llegó”.

Y todo ello, pese a que un simple vistazo a la página web de Madrid Seguro, permitía ver que sus fines no tenían mucho que ver con el fin de la manifestación y, sin embargo, el propio panfleto de convocatoria, sí bastante que ver con grupos neonazis: las fotos del panfleto recogían cabezas rapadas.

La Fiscalía, de hecho, investigará la manifestación neonazi de Chueca por si en el desarrollo de la marcha se hubieran producido delitos. El Ministerio Público ha solicitado información a la Delegación del Gobierno de Madrid y a la Brigada Provincial de Información del Cuerpo Nacional de Policía. Lo curioso, o lo preocupante, es que ambas instituciones sabían de antemano que en la convocatoria se deban todos los ingredientes para que sucediera lo que sucedió. Sólo un vistazo al cartel y al contenido de los actos de la asociación Madrid Seguro habría bastado para desautorizar la marcha por motivos de seguridad.

Las fuentes policiales consultadas por OKDIARIO muestran a partes iguales incredulidad y preocupación por lo que ha sucedido en las últimas horas a cuenta de la manifestación neonazi de Chueca del pasado sábado. La incredulidad llega por la parte de que la Delegación del Gobierno no haya puesto ningún tipo de objeción a una marcha que indudablemente podía haber sido desautorizada.

Lo último en España

Últimas noticias