Miserable podemita: «Podríamos haber pedido a Miguel Ángel Blanco que avisara que lo iban a raptar»

El pasado lunes, Soraya Gutiérrez, de 37 años, moría a disparos de su ex novio en Zaragoza. El agresor, inmediatamente, se suicidó. Miguel Moreno, el autor de los disparos, había aceptado dos semanas antes, en un juicio por violencia de género, una orden de alejamiento de más de 500 metros durante cuatro años. pero, evidentemente, no la cumplió. Esperó a que Soraya abriera el bar en el que trabajaba y, dentro del establecimiento, le pegó dos tiros. La víctima no tenía protección policial, ¿por qué? Porque el asesino vivía a 500 kilómetros.

Sólo 15 días después de denunciar y lograr la orden de alejamiento, una mujer, la decimotercera del año en España, ha muerto porque su caso fue considerado de «riesgo mínimo».

Las circunstancias que han rodeado este crimen de violencia de género han sido polémicas desde el principio. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, admitió en sus primeras declaraciones públicas que «quizás haya que cambiar los protocolos», y el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, apuntó a que la víctima «lo lógico en estos casos es que si hubiera detectado que podía venir, lo hubiera dicho a la Policía».

El agresor de Soraya Gutiérrez vivía en Medina del Campo (Valladolid), a unos 500 kilómetros de distancia de su ex pareja.

Pero aunque las palabras de Alcalde no fueran las más afortunadas, este miércoles, Amparo Bella, diputada de Podemos en las Cortes de Aragaón las ha tomado como munición dialéctica, utilizando la muerte de una mujer inocente en su provecho político. La podemita ha comparado las palabras del delegado del Gobierno con el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco. «Permítanme que se amalvada, y pensando en el PP, podríamos haber hecho el mismo comentario hablando del señor Miguel Ángel Blanco, que fue asesinado, tendríamos que haberle dicho que tendría que haber mirado usted atrás para ver si le iban a raptar».

Bella se ha referido así a Miguel Ángel Blanco, asesinado por ETA en 1997, tras un secuestro de dos días, una intervención que ha sido interrumpida por la diputada del PP, Ana Marín. «No doy crédito a lo que acabo de oír», ha dicho, exigiendo la retirada de las palabras de la representante de la formación populista. La diputada de Podemos no ha rectificado y se ha limitado contestar que participó «en todas las movilizaciones pidiendo la liberación de Blanco y contra el terrorismo de ETA».

Al no lograr que la podemita Amparo Bella se desdijera, los diputados del PP han abandonado la Comisión de Ciudadanía y Derechos Sociales de las Cortes aragonesas.

Ruedas de prensa

Minutos más tarde, ha comparecido ante los medios Roberto Bermúdez de Castro, el portavoz popular en el parlamento aragonés, remarcando que «en política no todo vale» y expresando que «es injusto» que se utilicen las palabras de Alcalde «sacándolas de contexto» para «obtener un rédito político en un hecho deleznable» como es el asesinato de una mujer por violencia machista.

Bermúdez de Castro ha comparecido en rueda de prensa, después de que PSOE, Podemos, Ciudadanos, CHA e IU hubieran hecho lo propio conjuntamente en el Parlamento aragonés pidiendo la dimisión del delegado del Gobierno en Aragón.

En contra de la actitud «frentista» y «aprovechada» de la diputada de Podemos, el portavoz popular ha señalado que «conozco a Gustavo Alcalde desde hace muchos años, acabo de hablar con él por teléfono y sacar de contexto una frase dicha por él es injustísimo y que lo haga gente de aquí, que lo conoce hace muchos años, más injusto».

Bermúdez de Castro ha mostrado su «condena hasta el nivel máximo que podamos de cualquier tipo de violencia machista», pero ha opinado que «hay que serenar este debate» porque «no creo que ayude en nada sacar rentabilidad a temas como éste».

El líder popular en el parlamento regional ha estimado que «lo más importante es mantener la unidad, como siempre sucede, de todos nosotros» porque «no puede haber frentismo, ni búsqueda de buenos y de malos», sino que hay que «mantener la unidad en contra de la violencia machista y luchar para que esta lacra desaparezca».