Sánchez pretendió cerrar todas la ciudades por encima de 250 contagios por 100.000 habitantes

La iniciativa habría cercado la mayoría de las grandes poblaciones repartidas por la mitad de las comunidades españolas

Estado alarma
Control policial en Madrid
Carlos Cuesta

El Gobierno de Pedro Sánchez barajó un primer plan de cerrar todas las ciudades españolas (Madrid entre ellas) en las que se diesen los famosos tres requisitos pero primando un criterio: el de aplicar las restricciones a los municipios que superasen los 250 casos de coronavirus por 100.000 habitantes en incidencia acumulada de los últimos 14 días.

Se trató del plan inicial. Un plan que hubiese cerrado la mayoría de las grandes ciudades repartidas por la mitad de las comunidades españolas. Un plan de cerrar ciudades que fue abandonado en plenas negociaciones con la Comunidad de Madrid.

Hay que recordar que con los datos actuales de medias por comunidades autónomas, prácticamente la mitad de España supera ese umbral. De hecho, con los últimos datos actualizados recogidos por el Ministerio de Sanidad, Aragón registra 293,79 casos; Castilla La Mancha también supera los 250 con un dato de 376,27 contagios por cada 100.000 habitantes; Castilla y León igualmente con un registro de 382,78 casos; Ceuta estaría a las puertas con 247,71 contagios; Madrid, con 710,28 también se encontraría en esta lista; Melilla se suma con 449,78; Murcia con 349,96 igualmente; Navarra más de lo mismo con 673,17; y La Rioja cierra la lista con un total de 386,05 casos por cada 100.000 habitantes.

Todo un largo listado de comunidades dentro de las cuales la mayoría de las grandes ciudades supera esos umbrales de 250 contagios y, por lo tanto, se habría visto en la tesitura de ver cerrada su movilidad. El impacto económico hubiese sido literalmente indescriptible.

El plan existió, tal y como confirma a OKDIARIO una fuente del Gobierno conocedora de la medida. Pero quedó en el tintero en plena negociación para ser sustituida por la que se lanzó definitivamente y que obligó a cerrar en exclusiva ciudades de la Comunidad de Madrid al elevar el listón de la incidencia acumulada de contagios a 500 casos por cada 100.000 habitantes.
Las comunidades -tomadas en los datos medios de cada región- que se libraron del golpe fueron mayoritariamente del PSOE -La Rioja, Castilla La Mancha, Aragón y Navarra-. Dos comunidades del PP también se libraron -Castilla y León (que votó a favor del plan definitivo del Gobierno de cortar los cierres en el umbral de 500 casos por 100.000) y Murcia (que se abstuvo).
El resultado final es conocido. Los cambios en las medidas dieron paso a hacer realidad el plan de cerrar de la movilidad sólo poblaciones de la Comunidad de Madrid y que ha generado una larga batalla política.

De hecho, Salvador Illa, este mismo martes, ha emprendido una nueva cacería contra Madrid asegurando que la mejoría que ha mostrado la Comunidad en los últimos días procede de una manipulación de los datos por parte del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. Un dato que no ha avalado con ningún informe comparativo ni con fuente alguna.

Es más, el mismo lunes, el ministro de Sanidad ya amenazó con nuevas restricciones en la Comunidad de Madrid, pese a la mejoría y a que sus medidas de restricción prácticamente no habían terminado de ponerse en práctica.

De ese modo, Salvador Illa anunció el pasado lunes «nuevas medidas» en el marco del Consejo Interterritorial de Salud que se reúne este miércoles. Pero, pese al aviso, no concretó más. Con diez ciudades de la Comunidad de Madrid semiconfinadas, el Gobierno analiza ya imponer «distintas opciones de las que no quiero avanzar nada», tal y como señaló Illa.

El ministro aseguró que «seguimos muy preocupados» por la evolución que tiene la pandemia en nuestro país. Todo el mismo día que en Madrid, con fuertes restricciones por orden expresa de su Gabinete, el número de contagios se había desplomado hasta los 207 casos en medición de una jornada. Una vez más, el dirigente socialista hacía uso de la afirmación de que «las próximas semanas van a volver a ser muy duras» para pronosticar la situación que está por venir.

El ministro, tras la polémica de las últimas semanas con la Comunidad de Madrid, defiende que desde su Ejecutivo «no estamos haciendo política». Afirma el ministro que «estamos para salvar vidas» y defiende que «nos preocupa muy poco, es decir nada, todo lo que no sea proteger la salud de los ciudadanos». No obstante, el ministro ha felicitado «a las comunidades cutónomas que lo están haciendo bien por la detección precoz» con las que ha querido tener «mi reconocimiento». La mayoría de las autonomías con mejores cifras son socialistas. «La línea correcta es actuar con prontitud» dice.

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