Sánchez enfría las negociaciones para su investidura: aún no hay fecha para su reunión con el PNV

Con este calendario delante, y ante la pasividad del secretario general del PSOE, Meritxell Batet no tendrá mucho margen para fijar el pleno del debate de investidura.

Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez.
Joan Guirado

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, no tiene previsto volver de sus vacaciones en Doñana hasta la semana que viene. La prolongación de su descanso estival provocará que retome su agenda más tarde de lo que estaba previsto -ya que hace más de una semana que no tiene ningún tipo de actividad pública- retrasando así las reuniones con los distintos grupos parlamentarios que preveía hacer a lo largo de la semana que viene.

Fuentes del PSOE señalaron que Sánchez tenía previsto viajar a Bilbao alrededor del 19 de agosto para reunirse con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, el lehendakari Iñigo Urkullu y el portavoz parlamentario de la formación nacionalista vasca, Aitor Esteban.

Esa misma semana, el secretario general del PSOE quería hacer lo mismo en Santander, en este caso con el presidente del PRC y de la región, Miguel Ángel Revilla, y el único diputado de la formación cántabra, José María Mazón. Pero fuentes del Partido Socialista consultadas este viernes por OKDIARIO señalan que todavía no hay fecha para esos encuentros.

Sánchez está a la espera de que los técnicos de Ferraz le remitan el informe de todas las reuniones celebradas, durante la primera semana de este mes,  con los agentes sociales. Quiere presentar ese documento como un borrador de programa de Gobierno abierto a los distintos grupos que pueden apoyar su investidura.

El documento podría llegar a mediados o finales de la semana entrante, por lo que esas reuniones empezarían justo al límite del final de semana o ya la semana siguiente, cuando el presidente viaja a Biarritz (Francia) para participar como invitado en la cena oficial de la cumbre anual del G-7.

Esa misma semana, también tendrá que ponerse en contacto con los líderes de los partidos separatistas y con las demás formaciones con mayor representación parlamentaria: PP, Ciudadanos y Podemos. De no hacerlo, dejaría prácticamente sin margen al Rey Felipe VI para convocar una segunda ronda de consultas con la garantía de que se puede solucionar el bloqueo político e institucional que vive nuestro país.

Ya entrados casi en septiembre, el jefe del Estado necesita un mínimo de 3 días para convocar y recibir a todos los grupos parlamentarios más otro para comunicar a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, la propuesta de candidato a ser investido.

A partir de ese momento, Batet deberá fijar de acuerdo con el nombre propuesto una fecha para celebrar el debate de investidura antes de que finalice el plazo el 23 de septiembre. Da la casualidad que ese día Sánchez se encontrará de viaje en Nueva York para acudir a la asamblea anual de las Naciones Unidas.

Si no tiene asegurada la mayoría absoluta que le garantice la elección en la primera votación – algo que parece poco probable-, el debate debería empezar como muy tarde el día 17, ya que los diputados votarían por primera vez el 19 y el 21 podrían elegir al candidato socialista con mayoría simple antes de emprender su viaje, el 22, hacia Estados Unidos.

Con este calendario delante, y ante la pasividad del secretario general del PSOE, Batet no tendrá mucho margen para fijar el pleno del debate de investidura que tendrá que ser o la semana del 9 de septiembre -con la Diada por medio- o la del 16, ya sin más margen de maniobra si fracasa el intento.

Lo último en España

Últimas noticias