Iglesias anuncia entre lloros que deja la política y culpa de todos sus males al «fascismo»
«Ser útil para Podemos es mi aspiración. Es evidente que a día de hoy no contribuyo a sumar». Con estas palabras Pablo Iglesias ha anunciado este martes que deja todos sus cargos y se retira de la primera línea política tras su fracaso en las elecciones celebradas en la Comunidad de Madrid.
Podemos ha logrado 10 diputados, 3 más que en 2019. Pero el resultado es demoledor para Iglesias, cuyo aterrizaje en la política madrileña no ha sido ni mucho menos el revulsivo que pensaba. Pese a la estrategia del miedo y el caos que inoculó en la campaña, el triunfo de Isabel Díaz Ayuso ha sido apabullante. La candidata del PP ha pasado de 30 a 65 diputados y ha sumado más apoyos que los tres partidos de la izquierda juntos.
«Chivo expiatorio»
Iglesias no ha abandonado su tono victimista ni en su despedida, en la que ha asegurado sentirse un «chivo expiatorio» que moviliza a la derecha. «Uno tiene que saber retirarse», ha señalado. El dirigente morado no recogerá el acta en la Asamblea de Madrid, pero su futuro económico está resuelto al menos durante 15 meses, el tiempo en el que podrá disfrutar plenamente de la indemnización de 5.316 euros como ex vicepresidente.
«No soy una figura política que pueda contribuir a que nuestra fuerza política consolide su peso institucional», ha admitido en una comparecencia urgente tras confirmarse los malos resultados.
«Me he convertido en el chivo expiatorio que moviliza los efectos más contrarios a la democracia, la inteligencia política tiene que estar por encima de otra consideración», ha añadido.
El podemita ha construido un relato inverosímil para acompañar su retirada, y ha culpado a la «agresividad sin precedentes del PP y la ultraderecha» y a una «normalización sin precedentes de los discursos fascistas en los medios».
Iglesias ha calificado los resultados de las elecciones del 4M en Madrid como «un éxito electoral impresionante de la derecha trumpista y una consolidación de la ultraderecha» que, ha dicho, «es una tragedia». No obstante, no le ha quedado más remedio que reconocer la incontestable victoria de Ayuso. «Es indudable que es lo que ha votado la mayoría, con una participación histórica», ha admitido.
El candidato de Podemos no ha desvelado sus planes inmediatos, pero sí ha afirmado que aunque no esté en las instituciones «seguirá comprometido con su país». También ha asegurado que «no será tapón» para los liderazgos de Podemos y ha confiado en que Yolanda Díaz se convierta en la próxima secretaria general.
El ex vicepresidente segundo del Gobierno ha indicado que la izquierda «ha fracasado» en estos comicios. «Nuestro resultado, aunque lo hayamos mejorado, es una suma insuficiente para ser alternativa de Gobierno a la derecha», ha añadido.