Pablo Casado no retirará su candidatura aunque se presenten Soraya y Cospedal
Pablo Casado no retirará su candidatura pese a que se presenten Cospedal y Soraya. La decisión está tomada y no hay vuelta atrás. Pablo Casado quiere jugar la baza de aglutinar a una capa nueva en el partido. Una capa que pueda hablar de un programa de partido sin tener que dar explicaciones de lo ocurrido hasta el momento en el PP, especialmente, sin tener que hablar de los casos de corrupción. Y por eso, la decisión de saltar a la arena esta tomada para lo bueno y para lo malo.
Casado cuenta ya con otro de los diputados en auge del PP: Teodoro García. Teo, como se le conoce dentro del partido, ha sido una de las figuras clave en la negociación con Ciudadanos tras la crisis surgida en Murcia y la caída del entonces presidente Popular Pedro Antonio Sánchez.
Pero no será el único nombre propio que salte estos días a la palestra como refuerzo de la lista de Pablo Casado. Gente como Antonio González Terol, Guillermo Mariscal o Isabel Díaz Ayuso han formado parte habitualmente de sus lazos cercanos y generacionales. E igualmente están inmersos en una capa joven del partido que quiere empezar a jugar su propia partida.
Algunos de ellos son diputados o alcaldes. Y otros son directamente barones regionales que –como publicaba la semana pasada OKDIARIO– empiezan a querer salirse de los dos bandos vividos hasta el momento: el de la actual secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, y el de la ex vicepresidente del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría.
Por eso la candidatura de Casado seguirá adelante. Porque una vez que se vean los resultados –gane o pierda– espera reivindicar, al menos, su papel.
Y porque en el partido, las capas más jóvenes creen que se debe dar carpetazo a una etapa en la que se ha estado permanentemente a la defensiva en los medios de comunicación y en la que Ciudadanos o Vox le han comida parte de la tostada al PP, precisamente, por estar más pendiente de las estrategias electorales que de defender un proyecto ideológico para España.
El día después del recuento final será cuando Casado decida el futuro de este proyecto. Si gana, estará claro. Pero si pierde, será muy difícil que quien gane pueda aparcar una lista que representa a las próximas generaciones. Porque si el PP quiere tener continuidad, tendrá que contar con ellos y esa será su fuerza.