Marlaska acerca a Kantauri, el jefe de ETA que ordenó asesinar al socialista Fernando Múgica

El Ministerio del Interior ha comunicado a otro jefe de ETA que será trasladado a una cárcel más próxima al País Vasco, de Murcia a Logroño. Se trata de José Javier Arizcuren Ruiz, alias Kantauri, que fuera jefe de los comandos de la banda terrorista durante la década de los 90. Entre su sanguinaria hoja de servicios para los terroristas, Kantauri fue el responsable del asesinato un tiro en la nuca al socialista Fernando Múgica Herzog delante de su hijo José María. También fue quien encargó matar al concejal del PP en Sevilla Alberto Jiménez-Becerril y su esposa, y quien planeó el asesinato fallido del Rey Juan Carlos I.

Kantauri, acercado del Centro Penitenciario Murcia II al de Logroño, estaba al frente durante los años 90 de los llamados comandos ilegales de ETA, los taldes de asesinos que la banda distribuía por España a la espera de recibir órdenes de objetivos y luz verde para matarlos. Fue él quien dio la orden, entre otros, de matar a Múgica, una de las figuras más influyentes en su momento del socialismo vasco, cuyo asesinato conmocionó a toda España pero tocó especialmente a las filas del PSOE.

No fue para menos. Aquel asesinato fue especialmente cruel. A sus 62 años, Múgica llevaba años en la diana de ETA. Fue un lluvioso 7 de febrero de 1996 cuando dos terroristas embozados -entre ellos, el recientemente sacado de aislamiento Txapote, el también asesino de Miguel Ángel Blanco- se acercaron hasta el despacho de abogados que compartía con sus tres hijos. Unos meses antes, cansado de amenazas, había prescindido de su escolta.

Mientras se dirigía al aparcamiento donde había dejado su coche, seguido de cerca por su hijo José María, los dos asesinos se acercaron a su altura. Uno le descerrajó un tiro en la nuca que lo derribó. «¡Es mi padre!» gritó su hijo, que años más tarde rememoraría los detalles del asesinato. Intentó frenarles, forcejeando con uno de ellos, que respondió encañonándole.

Los dos asesinos huyeron, pero su hijo José María fue tras ellos e identificó el Opel Corsa que utilizaron para huir a toda prisa del lugar. Su testimonio sería clave en las futuras condenas de sus asesinos.

Ahora, Kantauri, el hombre que dio luz verde a ese -y otros- asesinatos, será trasladado a la prisión de Logroño. Según la Secretaría de Estado de Instituciones Penitenciarias, «ha aceptado la legalidad penitenciaria y ha remitido escritos en los que renuncia a la violencia y lamenta y reconoce su responsabilidad en el dolor causado a las víctimas».

El colectivo de víctimas ha recibido con muestras de gran indignación la noticia. «¿De verdad nos vamos a creer a estas alturas que Kantauri, con tantos asesinatos a sus espaldas, renuncia a la violencia y lamenta y reconoce su responsabilidad en el dolor causado a las víctimas?», ha expresado la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) en un comunicado. Además, consideran que el Gobierno de Sánchez, con su política penitenciaria aplicada a los etarras, «ha perdido el norte completamente».

Su hijo, al PSOE: «Les blanqueáis»

Su hijo, Ruben Múgica también ha clamado contra la política de acercamientos del PSOE y el blanqueamiento al que se está sometiendo a la banda. Este mismo año, cargó duramente contra la política de beneficios penitenciarios a etarras puesta en marcha por el PSOE de Pedro Sánchez. Lo hizo a raíz de un mensaje de los socialistas, en el que recordaban la memoria de otro socialista asesinado, Fernando Buesa, que según el PSOE murió «por la Paz». «¿Acaso en Euskadi hubo una guerra?», se preguntó Ruben Múgica. «Blanqueáis con vuestros pactos», aseguró.

¿Por la paz? ¿Acaso en Euskadi hubo una guerra? Más bien Fernando fue víctima de una persecución totalitaria y programada, a cuyo blanqueamiento ha contrubuído un PSOE desnortado y obsesionado por el poder, capaz de pactar con quienes aplaudieron el asesinato de Fernando https://t.co/RYY5Oz8Tii

— Rubén Múgica (@rubenmugica) February 23, 2020

Kantauri también ordenó asesinar al matrimonio formado por Alberto Jiménez-Becerril (concejal del PP en Sevilla) y Ascensión García. Ambos paseaban de noche por la capital andaluza de vuelta a su casa, donde les esperaban sus tres hijos, cuando Mikel Azurmendi, alias ‘Hankas’, y Maite Pedrosa Barrenchea, los cosieron a tiros.

Además, fue Kantauri el jefe de ETA que más insistentemente persiguió el mayor objetivo de la banda: el Rey Juan Carlos. Bajo su dirección, la banda intentó varios ataques mortales contra el Jefe del Estado.

Socialistas asesinados

Los acercamientos de etarras durante la presidencia de Pedro Sánchez se han disparado. Pero lo han hecho aún más desde que los socialistas han elegido como compañero de viaje para aprobar los Presupuestos a EH Bildu. La sintonía con los de Arnaldo Otegi, que ha insistido en numerosas ocasiones en acabar con la política de dispersión penitenciaria para los presos de ETA, ya ha provocado disensiones internas en el partido.

La banda terrorista, en sus años de actividad criminal, asesinó a 11 militantes y dirigentes socialistas. Entre ellos a Ernest Lluch, de cuyo asesinato se cumplieron 20 años el pasado sábado. Pedro Sánchez recordó el aniversario, pero lo hizo evitando usar la palabra ETA. Según Sánchez, le mató «el terrorismo».

Además, Interior ha anunciado el traslado de otros cuatro presos de ETA:  Olga Comes Arambillet, Guillermo Merino Bilbao y Sebasten Jon Gurtubay Sánchez e Idoya Martínez García.