La maldición del Alvia S-730: es el segundo que descarrila desde su puesta en marcha en 2012
Uno de los fallecidos en el accidente es uno de los dos maquinistas del tren, en prácticas de la ruta, de 32 años y vecino de Vigo
El tren Alvia 04064 de Renfe había salido de Ferrol a las 10.37 de la mañana con la previsión de llegar a Madrid dos minutos más tarde de las seis. Casi seis horas más tarde de su salida de la localidad gallega, a eso de las 16.20, la caída de un vehículo conducido por un hombre de 88 años a las vías, en el municipio zamorano de La Hiniesta, hacía descarrilar el tren con el trágico balance de un mínimo de dos víctimas mortales. El de hoy es el tercer accidente grave que sufre la compañía española Renfe en ocho años.
La composición, formada por dos trenes, partió de la estación ferrolense con una decena de viajeros en su interior, según fuentes de Renfe consultadas por este periódico. A medida que iba parando en localidades como Pontedeume, Betanzos, A Coruña, Santiago, Ourense o Puebla de Sanabria, poco a poco la ocupación iba aumentando hasta las 180 personas.
El tren tenía que llegar a la estación de Zamora a las 16.11 y debía salir de ella a las 16.13. No obstante «un desgraciado accidente», según fuentes de ADIF -la gestora de las infraestructuras ferroviarias-, provocó que el tren nunca llegase ni a su siguiente parada ni a su destino final. La locomotora, donde se encontraban los dos maquinistas, uno de ellos fallecido, se desplazaba unos metros del resto del convoy.
Los dos trenes conectados se han salido de la vía aunque ningún vagón, más allá de la locomotora, ha acabado volcando. Eso es lo que ha facilitado que la mayoría de los pasajeros hayan podido abandonar por su propio pie el interior de los trenes. Sólo unos pocos, heridos leves, han requerido la ayuda de los servicios de emergencia.
La mayoría de los que han resultado ilesos en el accidente caminaba por las vías, atónitos, con el miedo aún dentro el cuerpo por lo que acababan de vivir. En ese pequeño camino hasta una zona segura pasaban justo por el lado de unos amasijos de hierro donde sólo unas ruedas permitían saber que era el coche que se había interpuesto en su camino.
El convoy accidentado es un modelo Alvia modelo s-730 híbrido, estrenado en 2012. Se trata del primer tren híbrido de la compañía, con tecnología de tracción tanto diésel como eléctrica, lo que permite extender las ventajas de la alta velocidad a tramos sin electrificar, ya que cuenta con un sistema de rodadura desplazable que también le permite circular por vías de ancho UIC (ancho AVE) o de ancho convencional.
Hoy, como en otras ocasiones, Renfe había enganchado dos trenes Alvia juntos en una misma composición, con el fin de poder llevar a más pasajeros debido al cumplimiento de las medidas de seguridad establecidas por el coronavirus. De lo contrario, las cifras de víctimas seguramente habrían sido distintas, apuntan fuentes conocedoras tanto de la ruta como del funcionamiento de estos trenes.
El modelo s-730, que opera principalmente la línea entre Galicia y Madrid, es el mismo del Alvia que la noche del 24 de julio del 2013 descarriló en Angrois. Hacía la misma ruta pero al revés. Pocos meses después de su estreno, un error mecánico y una velocidad superior a la permitida le hizo salir de la vía en una curva provocando 81 muertes y 147 heridos. Ese día los gallegos se preparaban para celebrar, un día más tarde, su fiesta autonómica.
El maquinista: 32 años y de Vigo
Tenía 32 años y era natural de Vigo. El maquinista fallecido hoy era alumno de la séptima promoción de la empresa pública, la que se graduó en 2017. Aún estaba en prácticas de la línea Ferrol – Madrid, junto al maquinista titular, para habilitarse en el trayecto.
Según algunos de sus compañeros ferroviarios «era un gran amante» de los trenes. Desde muy joven tenía claro que su profesión tenía que estar relacionada con estas serpientes que recorren el país a lo largo y ancho tejiendo una red que conecta territorios y personas.
Con su base de operaciones en su Galicia natal, tras haber capitaneado otros trenes de cercanías y corto radio, donde se había fogueado hasta ahora, desde hace unos meses cubría semanalmente parte de la ruta del tren accidentado.
Seis accidentes graves en ocho años
El que causó más muertos es el citado de 2018, en Angrois (Galicia), cuando el Alvia que se dirigía a Santiago desde Madrid descarriló causando 81 fallecidos y 147 heridos. En Galicia, también, en 2016, un tren operado conjuntamente por Renfe y la lusa CP descarriló en O Porriño (Vigo), media hora más tarde de haber salido de la capital con destino a Oporto. Murieron cuatro personas.
El año pasado, otro tren Alvia, en este caso que cubría la ruta Santander-Alicante con más de 260 pasajeros a bordo, chocó contra un camión en un paso a nivel de Palencia sin causar heridos.
Los otros dos siniestros ferroviarios graves de los últimos años se produjeron en la red de cercanías. Ambos fueron en Cataluña, el 20 de noviembre del 2018 y el 8 de febrero del 2019. En el primero, en Vacarisses, murió un ocupante y 49 más resultaron heridos. En el segundo, tras un choque entre dos trenes de la línea R12 y R4, un maquinista perdió la vida y un centenar de pasajeros tuvieron lesiones, seis de ellos de gravedad.