Juan José Badiola: «Hay más infectados de los que confirman las cifras oficiales»

El catedrático Juan José Badiola es el director del Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes de la Universidad de Zaragoza, donde desarrolla su trabajo dentro del Departamento de Patología Veterinaria.

Durante la crisis de las vacas locas, en el año 2000, destacó como el científico español que mejor conocía dicha enfermedad y que estudió de forma más sistemática su introducción en la cadena alimentaria y sus efectos sobre los seres humanos. Su experiencia en dicho escenario y como miembro del Comité Científico Veterinario y presidente del Subgrupo de Evaluación de las Investigaciones sobre las EEB de la Unión Europea, le han hecho ser pionero en el análisis de la pandemia del coronavirus. Sin alarmismos, Badiola es crítico con los datos oficiales y ciertos aspectos de la gestión, no sanitaria, de la situación.

PREGUNTA: Los contagios no paran de crecer… ¿cuándo cree que podrán empezar a estabilizarse las cifras?

RESPUESTA: Yo he estimado que el pico máximo de la epidemia podría producirse durante la última quincena de abril. Pero todo dependerá de la influencia que sobre ello tengan estas próximas semanas de confinamiento. Veremos.

P: Dado que el Gobierno no ha hecho test a toda la población y los ha limitado a casos muy concretos ¿cómo podemos fiarnos de las cifras?

R: Efectivamente va a ser difícil comparar datos, hasta que no se hagan análisis de forma más amplia y masiva a la población .

P: ¿Significa eso que podría haber contagiados que no están siendo registrados y otros que por meros síntomas se están incluyendo en las listas de infectados?

R: Es bien sabido que existe un número notable de personas que han presentado síntomas compatibles con la enfermedad causada por el coronavirus que desearon analizarse y no fueron analizados, por lo que esos no figuran como casos demostrados de la enfermedad. Sin duda hay más infectados de los que confirman las cifras oficiales.

P: ¿Cuál es el estado real de las cosas en este momento?

R: Se ha disparado el número de casos que, como decía antes, sólo son los registrados. A todos ellos habría que añadirles los anteriores con síntomas compatibles y no analizados e incluso los que sufrieron la enfermedad de manera muy leve y no fueron conscientes de que estaban infectados o ni siquiera lo notificaron al sistema sanitario.

P: Qué es lo que no se está haciendo y se podría mejorar?

R: Ahora se está haciendo lo mejor que se puede hacer que es imponer el confinamiento de la población y obligar al distanciamiento social, con lo que lo esperable es que se reduzca el número de contagios.

Pero yo ya he comentado que lo que se puede y debe hacer es incrementar el número de análisis, lo que sólo va a ser posible si se introducen en la analítica los llamados «tests rápidos» que permitirán analizar a muchas personas en poco tiempo y monitorizar la situación real.

«Lo que se puede y debe hacer es incrementar el número de análisis, lo que sólo va a ser posible si se introducen en la analítica los llamados «tests rápidos»

P: El porcentaje de fallecimientos tampoco es muy esperanzador…

R: Empieza a ser muy preocupante el número de personas fallecidas y sobre todo la tendencia al alza de las cifras cada día que pasa. La tasa de fallecimientos en relación al número de casos de personas infectadas es también una de las más altas en relación a otros países.

P: Y la situación clínica, tampoco es mejor, ¿cuál es la realidad de los hospitales?

R: Por la información disponible existen hospitales en los que la situación empieza a ser crítica. El goteo constante de enfermos que sufren un agravamiento de la enfermedad y la dificultad de proporcionarles los cuidados específicos que requieren en cada caso, es el escenario al que se enfrentan los sanitarios en primera línea.

P: Esos mismos sanitarios denuncian que no tienen mascarillas y guantes suficientes, incluso el alcohol y los geles antisépticos, empiezan a escasear…

R: Eso es cierto, y lo que más llama la atención es que parece ser un fenómeno bastante generalizado, lo que explica los contagios que se han producido entre el personal sanitario. Este es un aspecto que debe mejorarse, pensando en el futuro en el que nuestros sanitarios tendrán que enfrentarse a nuevas enfermedades infecciosas.

P: ¿Cómo valora en términos generales la gestión política de esta crisis sanitaria?

R: Ha sido razonable, particularmente al principio. Pero no tanto a partir del momento en el que no se adoptaron las medidas debidas ni en el momento debido, lo que nos ha conducido a la situación actual en el que la única solución que quedaba era establecer un confinamiento temporal de la población para interrumpir la cadena exponencial de contagios.