CASO DANIEL SANCHO

El ex jefe de Daniel Sancho destapa su última mentira: «No era chef, llevaba las redes sociales»

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«No era chef, llevaba las redes sociales», con estas contundentes palabras, el dueño de la hamburguesería Boogie, desmiente la enésima mentira de Daniel Sancho. El joven madrileño presumía en sus redes sociales de trabajar en este restaurante, sin embargo, nada más lejos de la realidad. Este periódico ha podido hablar con el propietario del negocio, que ha desmentido categóricamente que Sancho ocupara allí algún puesto de trabajo en la cocina, en la barra o como camarero.

Tampoco puso en marcha el negocio, ni su nombre figura en el Registro Mercantil de esta empresa. Tan sólo era un colaborador de las redes sociales de la empresa y no era remunerado por ello. «Es mentira que fuera chef, más que llevar el marketing, le queríamos porque se movía muy bien por Madrid, conocía a mucha gente», explica el dueño de Boogie en una conversación con este periódico. Y prosigue: «No es socio, ni es nada, no hay ningún contacto con él». Con estas palabras, el propietario desea desvincularse totalmente del presunto asesino confeso de Edwin Arrieta.

Es importante reseñar que en cuanto se destapó el caso, este restaurante echó la persiana y cerró durante unos días. Este periodo coincidió con la primera quincena de agosto, unas fechas en la que muchos establecimientos de hostelería en Madrid cierran por vacaciones. Ahora, que ya se ha cumplido un mes desde el fatídico descuartizamiento, la hamburguesería ha vuelto abrir y está funcionando como de costumbre. No obstante, su propietario reniega del que un día fue su colaborador.

Uno de los sueños de Daniel Sancho era abrirse camino en el sector gastronómico. Para ello, se formó en alta cocina en Le Cordón Bleu, la escuela de cocina más prestigiosa de España. Daniel Sancho se matriculó en estas aulas para obtener el Grand Diplôme de Cocina y Pastelería, un curso que cuesta miles de euros y que le sirvió para enfocar su rumbo laboral hacia la restauración.

Tenista frustrado

Antes de intentar triunfar en la hostelería madrileña, Daniel Sancho quiso ser tenista. Para ello, Daniel se entrenaba en el Club de Tenis Chamartín, un elitista club privado al que ha accedido este periódico. El complejo cuenta con varias pistas de tenis, piscina, gimnasio y bar. Allí se imparten clases de tenis en grupo a las que el propio Sancho acudía desde que era un niño. «Todos le conocíamos como el hijo del actor», explica un compañero que compartió lecciones de raqueta con él.

Pero pertenecer a este club privado no es fácil. Sólo pueden acceder socios al recinto y estos deben comprar acciones para poder serlo. El precio de estas acciones oscila entre los 2.000 y los 20.000 euros, un dinero que los padres del propio Daniel Sancho tuvieron que abonar para acceder a las instalaciones del club.

A pesar de sus esfuerzos por hacerse un hueco en el mundo del tenis, su carrera en este deporte se limitó a ser un mero aficionado. Fuentes de los propios trabajadores del club aseguran que Daniel fue socio durante mucho tiempo pero que, hacía tan sólo unos meses, se había dado de baja del club. No obstante, muchos socios le conocían, ya que era un habitual usuario del gimnasio del club.

Ahora, el joven cumple prisión preventiva en la cárcel de Koh Samui, donde ha recibido la visita de sus padres: los actores Silvia Bronchalo y Rodolfo Sancho. Su familia ha trasladado el pésame a la familia de Edwin Arrieta a quien, según la autopsia, Daniel Sancho dio muerte degollándole. Además, Rodolfo, en su primera visita a la cárcel, ha mostrado muestras de cariño hacia Tailandia, un país cuyo Rey tendrá que perdonarle la pena de muerte a su hijo en caso de que sea condenado a ella.

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