El informe de Moncloa para unir la hacienda foral y la vasca revela que los navarros pagan un 53% más

Sánchez se vuelve a plegar a las exigencias del PNV y ha empezado a abonar el campo técnico para tener preparado un futuro referéndum de anexión de Navarra al País Vasco

Sánchez Urkullu
Iñigo Urkullu y Pedro Sánchez.
Carlos Cuesta

Pedro Sánchez prepara ya una nueva cesión: ahora con el PNV y de cara al separatismo vasco. Moncloa ha encargado a un grupo de expertos del Ministerio de Hacienda el diseño de la unión fiscal vasca y navarra de cara a un referéndum de anexión de ambas autonomías.

Los datos que han empezado a arrojar los primeros estudios, sin embargo,  han revelado una injusticia que deja entrever el mimo con el que se ha tratado a la comunidad vasca. Y es que los navarros pagan, por un sistema similar al vasco, un 53% más en concepto de aportación al Estado -el capítulo que los vascos denominan cupo-.

Los regímenes económicos de estas dos comunidades autónomas son distintos a los del resto de territorios españoles. Navarra es territorio foral y la Constitución regula para ella un sistema por el que es su Gobierno regional el que recauda los impuestos y posteriormente salda con el Gobierno central su aportación por los servicios que realiza el Estado en esta región. El sistema vasco es similar y el pago que hace al Estado es el famoso cupo.

Pero, fruto de las negociaciones políticas, los vascos pagan menos que los navarros. Así, el pago proporcional al peso económico de Navarra es un 53% superior al que realiza el País Vasco -en manos del PNV en alianza con el Partido Socialista-.

Hay que recordar que Navarra está en estos momentos gobernada por un cuatripartito de Geroa Bai (Uxue Barcos) -donde se encuentra inmerso el PNV-, EH Bildu, Podemos y EE-Izquierda Unida.

Ahora Sánchez se vuelve a plegar a las exigencias del PNV y ha empezado a abonar el campo técnico para tener preparado un futuro referéndum de anexión de Navarra al País Vasco, tal y como habilita la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución Española. Se trata de una de las grandes exigencias de los nacionalistas vascos, que siempre han aspirado a absorber a la Comunidad Foral.

Los trabajos de los técnicos, además, se han acelerado en plena etapa preelectoral, justo cuando Sánchez se prepara para el reto -en caso de ganar las elecciones- de pretender formar de nuevo Gobierno tras las comicios del 28-A.

El desarrollo del proyecto sucede en medio de las negociaciones que ha llevado a cabo Sánchez para poder sacar adelante sus famosos “viernes sociales”, unos consejos de ministros en los que se han aprobado medidas totalmente contrarias a la visión económica del PNV y que, sin embargo, han contado con el apoyo de los nacionalistas vascos -expertos en el cambio de cromos en el Congreso y en salir ganando de todas y cada unas de esas operaciones-.

La Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución Española fue toda una cesión por parte de los padres de la Carta Magna y todo un triunfo para el nacionalismo vasco.

El texto de esta disposición señala que “en el caso de Navarra, y a efectos de su incorporación al Consejo General Vasco o al régimen autonómico vasco que le sustituya, en lugar de lo que establece el artículo 143 de la Constitución, la iniciativa corresponde al Órgano Foral competente, el cual adoptará su decisión por mayoría de los miembros que lo componen. Para la validez de dicha iniciativa será preciso, además, que la decisión del Órgano Foral competente sea ratificada por referéndum expresamente convocado al efecto, y aprobado por mayoría de los votos válidos emitidos”.

Esto quiere decir que Navarra puede ser absorbida por el País Vasco por medio de este mecanismo. La amenaza siempre ha sobrevolado la comunidad foral. Pero nunca había estado tan cerca de materializarse como ahora por culpa del ansia de Sánchez de garantizarse apoyos políticos.

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