España
INCENDIOS EN LEÓN

El Gobierno reacciona tarde y envía al Ejército del Aire desde Zaragoza para combatir los fuegos de León

En la provincia de Orense está previsto el despliegue de un Subgrupo Táctico del Regimiento de Infantería Nápoles

Una semana después de que los incendios forestales comenzaran a arrasar montes y parajes de la provincia de León, como el paraje Patrimonio de la Humanidad de las Médulas en el Bierzo, el Gobierno ha decidido finalmente reforzar la respuesta con más efectivos del Ejército del Aire. Hasta ahora, la Unidad Militar de Emergencias (UME) —también perteneciente a las Fuerzas Armadas— ya trabajaba sobre el terreno, pero su intervención resultaba claramente insuficiente ante la magnitud de los fuegos.

Durante días, brigadistas y vecinos han tenido que plantar cara casi en solitario a las llamas, que ya han devorado miles de hectáreas, a la espera de un despliegue más contundente como el que ahora, con retraso, se materializa.

En la tarde de este domingo, un batallón del Regimiento de Especialidades de Ingenieros número 11 partió desde Zaragoza rumbo a la base Conde de Gazola, en León. El contingente se desplaza con cuatro máquinas D7, vehículos de gran capacidad para la apertura de cortafuegos y el movimiento de tierra, herramientas claves en la lucha contra incendios de gran magnitud.

La presencia militar busca reforzar las labores de extinción y apoyar a las cuadrillas forestales, bomberos y efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que ya trabajaban en distintos focos de la provincia. Sin embargo, el retraso en la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez ha generado malestar en estas localidades y entre alcaldes de los municipios más afectados, que reclaman una mayor rapidez de respuesta y recursos para prevenir que el fuego se extienda.

En la provincia de Orense está previsto el despliegue de un Subgrupo Táctico del Regimiento de Infantería Nápoles, perteneciente a la Brigada Paracaidista. Se trata de un contingente de alrededor de un centenar de militares que se trasladará con vehículos ligeros y de apoyo logístico. Su misión abarcará labores de presencia en el territorio, tareas de vigilancia y disuasión, así como asistencia directa a la población civil en aquellas zonas que lo requieran.

Un verano crítico

El verano de este año está dejando cifras preocupantes: León se ha convertido en una de las provincias más castigadas por los incendios, con amplias zonas de matorral y bosque reducidas a cenizas. La falta de medios en los primeros días del fuego ha abierto el debate sobre la necesidad de reforzar los protocolos de actuación y la coordinación entre administraciones.

La maquinaria pesada, un apoyo esencial

Los ingenieros desplegados cuentan con experiencia en emergencias y catástrofes, y su llegada supone un refuerzo en un momento clave. Las máquinas D7, por su capacidad para crear líneas de defensa, son determinantes en zonas de difícil acceso donde los equipos terrestres apenas pueden operar.

Más allá de la ayuda militar, las críticas se centran en el retraso. «El fuego no espera, y una semana de demora es demasiado cuando cada hora cuenta», denuncian desde colectivos y organizaciones, que también subrayan la necesidad de invertir más en prevención durante el invierno y la primavera, cuando se pueden limpiar montes. 

La entrada en acción del Ejército supone un respiro para las localidades leonesas amenazadas por las llamas, pero también evidencia la lentitud de la respuesta política en un verano donde la emergencia forestal ya se había anunciado desde hacía semanas.