La Generalitat encarga a los Mossos investigar al CNI para denunciar el espionaje ante la UE
La Generalitat catalana no piensa aceptar las explicaciones dadas por la directora del CNI, Paz Esteban, en la Comisión de Secretos Oficiales: la versión del CNI, acompañada de los documentos judiciales acreditativos, demostró la semana pasada que las investigaciones a líderes separatistas se habían limitado a 18 personas y todas las labores contaban con el respaldo necesario y la autorización de la Justicia ante la evidencia de indicios delictivos.
Pero el presidente catalán, Pere Aragonés, entre los investigados, quiere que los Mossos hagan sus propias indagaciones en un campo ya judicializado con el fin de construir un informe y denunciar el caso ante la UE. El objetivo: convertir el caso espionaje en un desprestigio para los servicios de inteligencia y España.
La Generalitat ha encargado ya esta investigación a los Mossos d’Esquadra y a la Agencia de Ciberseguridad de Cataluña sobre el CNI. Quiere que lleven a cabo sus propias labores de comprobación e indagación, pese a que el caso está ya presentado ante la Justicia y, por lo tanto, debería ser la Justicia la que decidiera las diligencias y el cuerpo de policía judicial encargado de ello. Pero Aragonés va por libre: quiere un informe del presunto espionaje a los dirigentes independentistas por medio del programa Pegasus. Y en ese informe quiere que aparezca quién lo encargó y quién lo llevó a cabo.
Aunque lo cierto es que esa información ya la dado -hasta donde puede, por los límites de la información secreta- la directora del CNI. De hecho, Paz Esteban ya ha aclarado que 18 investigaciones fueros reales y el resto falsas. Y ha señalado que, efectivamente, se llevaron a cabo con las debidas autorizaciones judiciales.
De ese modo, podría darse la locura de que los Mossos encargados del informe de la Generalitat investiguen al CNI por actos protegidos por la ley de secretos y avalados por las autorizaciones judiciales necesarias. El objetivo final de este informe no se oculta: denunciar un supuesto espionaje político ante el Consejo de Europa, entidades internacionales de protección de derechos humanos y ante la propia Unión Europea.
Según los separatistas, con el objetivo de que se una esta denuncia a presuntos seguimientos políticos en Hungría y Polonia, tal y como defiende la Generalitat. Todo ello, en medio de la batalla política contra Paz Esteban.
Y todo ello, pese a que la Generalitat separatista de Cataluña sigue sin dar explicaciones de cómo equipó a grupos de Mossos d’Esquadra con instrumental y programas de espionaje similares a Pegasus para investigar a miembros de formaciones constitucionalistas.
Programa similar a Pegasus
Ellos no usaron el polémico Pegasus, sino el italiano RCS 9 Galileo, otro sistema de espionaje de móviles y terminales electrónicos. Y la Policía Nacional y Guardia Civil han tenido que investigarlo sin contar con elementos similares. Sin poder usar Pegasus, pese a estar en poder nacional. Una lucha totalmente asimétrica contra una organización política que pretendía dar un golpe de Estado.
Lo cierto es que grupos de Mossos han espiado en el pasado los teléfonos móviles de políticos y periodistas gracias al programa italiano RCS 9 Galileo, un sistema de prestaciones similares al Pegasus elaborado por los israelíes. Los separatistas no han dejado de clamar contra el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), pero impulsaron en la comunidad que gobiernan innumerables operaciones secretas de grupos de Mossos contra dirigentes del Partido Popular, Cs y otros grupos constitucionalistas, tal y como ha publicado OKDIARIO.
Documentos incautados a los Mossos
Los documentos incautados por la Policía Nacional a los Mossos cuando se disponían a destruir cajas enteras de pruebas el 26 de octubre de 2017 -recién realizado el segundo golpe separatista, el del 1-O- incluían, además, los justificantes de pago con fondos reservados de una unidad de la policía autonómica centrada en el espionaje político: la UCRO. “A lo largo del informe se detalla la numerosa documentación relativa a gastos reservados generados por las diferentes unidades centrales y regionales de la Comisaría General de Información” de los Mossos, señalaba el informe policial que fue entregado a la Audiencia Nacional. “Mención aparte merecen los numerosos gastos generados por la Unidad denominada UCRO (Unidad Central de Recursos Operativos)”, señalaba el mismo documento policial.
Se trataba de una verdadera policía política al servicio de la Generalitat. De una unidad “incardinada en la Comisaría General de Información de Mossos”, cuya “estructura y componentes no se han hecho públicos” nunca, y a la que “se le atribuyen las investigaciones de carácter más delicado”. Así lo resumió en su momento la Policía Nacional.