La Fiscalía admite a trámite la denuncia de dos miembros de Vox por las irregularidades en Revuelta
Esteban Bejarano y Villarroya González exponen una serie de "hechos abiertamente irregulares"
La denuncia ante la Fiscalía fue motivada por exigencias de Vox

La Fiscalía de la Comunidad de Madrid ha admitido a trámite la denuncia presentada por Javier Esteban Bejarano y Arturo Villarroya González, dos trabajadores de Vox que formaban parte de la Junta Directiva de la Asociación Social de Mayores (ASOMA), por presuntas irregularidades en la gestión de esta entidad y su vinculación con la plataforma Revuelta. La denuncia ante la Fiscalía fue puesta por los dos jóvenes tras la exigencia de Vox de ser transparentes como trabajadores del partido a la hora de colaborar con otras asociaciones.
Según consta en el escrito de la Fiscalía Superior de la Comunidad de Madrid al que ha tenido acceso OKDIARIO, se admite investigar «una supuesta actuación irregular de la Asociación ASOMA». El documento, firmado por la fiscal Almudena Lastra de Inés, ordena remitir la denuncia a la Fiscalía Provincial de Madrid «a los efectos oportunos» y pone en conocimiento de los denunciantes el presente decreto, antes de proceder al archivo del expediente gubernativo por tratarse de un acto de mero trámite.
Denuncia por «hechos abiertamente irregulares»
En su escrito presentado el 1 de diciembre ante la Fiscalía, Esteban Bejarano y Villarroya González exponen una serie de «hechos abiertamente irregulares» con el objetivo de que se determine si pudieran ser constitutivos de delito, se identifique la autoría de los responsables y se establezca «la absoluta desvinculación» de los denunciantes en las decisiones y responsabilidades de los mismos.
Ambos figuraban como vocal y vicepresidente respectivamente de la Junta Directiva de ASOMA, pero aseguran que desde la constitución de esta asociación «no han tenido conocimiento ni han participado de las decisiones que se estaban adoptando» por parte de quienes «desde el primer momento han tenido el dominio de la actividad y de la dirección»: Jaime Hernández Zúñiga, presidente de la asociación, Santiago Aneiros, que ha actuado en la práctica como tesorero, y Pablo González Gasca como secretario general.
Ninguna asamblea ni aprobación de cuentas
Los denunciantes subrayan que desde la constitución de la asociación «no se ha realizado ni una sola convocatoria de Asamblea General ni de Junta Directiva, ni se han aprobado cuentas anuales ni presupuestos, ni se ha llevado jamás a la Junta Directiva la celebración de contratos de ningún tipo a pesar de ser competencia de la misma conforme a los Estatutos».
Además, señalan que no ha sido adoptada «decisión alguna jamás previa convocatoria formal, con un orden del día y elaboración de Acta».
Una asociación pantalla para Revuelta
El escrito revela que ASOMA «ha sido utilizada como cobertura legal de la plataforma Revuelta», que se autodenomina asociación. Los denunciantes explican que en la web de Revuelta se anima a «hacerse miembro», pero cuando alguien pretende afiliarse, la web le lleva a una página de pago donde «en realidad no se paga a Revuelta sino a ASOMA» y además «no se considera a ninguno de quienes paga la cuota o membresía como asociado de ASOMA».
«En varias ocasiones le pedimos al presidente que se regularizase ese hecho de actuar e ingresar con ASOMA, como pantalla de Revuelta», relatan los denunciantes, añadiendo que Jaime Hernández «siempre nos dijo que estaba en ello, que estaba muy ocupado en sus negocios, pero que iba a hacerlo, y otras excusas».
Cientos de miles de euros sin destinar a las víctimas de la DANA
Una de las cuestiones más graves expuestas en la denuncia se refiere a la captación de fondos para los afectados por las inundaciones de Valencia. Según Esteban y Villarroya, «se han captado cientos de miles de euros por parte de terceros de cuantiosas ayudas para las víctimas o afectados de la DANA».
Los denunciantes no pueden «concretar las cantidades exactas porque no han tenido acceso a esta información ni a las cuentas a pesar de haberlo requerido en diversas y numerosas ocasiones al presidente». Sin embargo, afirman saber que «pasado un año de la DANA se sigue disponiendo de ese dinero en las cuentas corrientes, reconocido por Jaime Hernández y Pablo Gasca, pero sin haber sido destinados a su finalidad».
Esto habría supuesto que «decenas, cientos o miles de aportantes han sido engañados pues sus donaciones o aportaciones no se destinaron a las víctimas de las riadas de 28 de octubre de 2024 en Valencia».
Negativa sistemática a dar información
Esteban y Villarroya denuncian que, «pasado el verano, y ante una situación irregular que se prolongaba», exigieron sus derechos y pidieron información, pero «se nos ha negado sistemáticamente». También solicitaron que se convocase Junta Directiva o Asamblea «y se nos ha negado sistemáticamente».
Los denunciantes desconocen la situación de las cuentas corrientes bancarias, aunque saben que Santiago Aneiros y Pablo Gasca son los autorizados en ellas por el presidente. También revelan que «se han presentado el Impuesto de Sociedades del año pasado por Jaime y Pablo, sin pasar por la Junta Directiva ni la asamblea, y con resultado cero ingresos a favor de la Agencia Tributaria, a pesar de que ninguno de los ingresos ni gastos de ASOMA se han vinculado o aparecen afectos a los fines y actividades de ASOMA».
Además, desconocen si se ha pagado impuestos por las actividades mercantiles realizadas, como la venta de artículos con la marca Revuelta, y qué se hace con los ingresos en efectivo.
Los dos miembros de la Junta Directiva explican que no han recibido esta información «a pesar de haber sido requerida tanto de forma amistosa como de forma fehaciente y formal, recibiendo como única respuesta el rechazo, la opacidad». Esta situación les ha obligado a instar la convocatoria de órganos para disolver ASOMA, pero consideran que «nuestra responsabilidad nos obliga a denunciar ante la Fiscalía por la gravedad de los hechos y para que jamás se ponga en duda nuestra absoluta ausencia de responsabilidad y nuestra honorabilidad».