La fiscal imputada propuso a García Ortiz «añadir un poco de cianuro» a la nota contra el novio de Ayuso

La fiscal general de Madrid, que activó la denuncia del novio de Ayuso, Alberto González Amador, el mismo día que detuvieron a Koldo García, es la misma que, en conversación con el fiscal general del Estado, el procesado Álvaro García Ortiz, propuso, como ya se contó en su día, «añadir un poquito de cianuro» a la nota contra el novio de Ayuso que el Ministerio Público preparaba. «Los dos pensamos que la nota [de prensa] está perfecta, aunque dan ganas de incorporar un poquito de cianuro», le trasladó Pilar Rodríguez, que también ha sido procesada este lunes, por Whatsapp a García Ortiz, que respondió con un «OK». Al día siguiente se emitiría el comunicado oficial justo horas después de presuntamente filtrar correos electrónicos privados a un medio de comunicación exponiendo las negociaciones confidenciales para alcanzar un pacto de conformidad ante delitos fiscales.
Rodríguez aseguró ante el Tribunal Supremo que ella no filtró los correos del abogado del novio de Isabel Díaz Ayuso, sino que obedeció órdenes de su superior jerárquico, el máximo representante del Ministerio Público, Álvaro García Ortiz. Fue ella quien solicitó a Julián Salto, fiscal del caso de la pareja de Ayuso, los mensajes en los que el abogado de Alberto González Amador expresa su disposición a firmar un pacto de conformidad. Las prisas con la que exigió ese correo obligó a Salto a salir de un partido de fútbol. Una vez en su poder, Rodríguez se los pasó al Gmail privado del fiscal general del Estado. «No pedí explicaciones, cumplí órdenes», declaró.
Según consta en el informe de la UCO, Rodríguez, que en su día fue alto cargo en el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, intercambió una serie de mensajes con García Ortiz sobre el novio de Ayuso. Tras el mencionado aporte sobre «añadir cianuro», García Ortiz pidió trasladar su agradecimiento a todos los fiscales implicados: «Dale las gracias a Virma [la fiscal decana de Delitos Económicos en Madrid], a Julián [el fiscal concreto del caso] y un abrazo por soportar esto y sobre todo a ti». «Se lo transmito. ¡Gracias a todo el equipo!». A continuación traslada los parabienes a lo que le responden: «No hay de qué, gracias» y «Muchas gracias por todo Pilar». Ese fiscal estaba en un partido de fútbol y Pilar Rodríguez le agradece el gesto de salir del estadio para enviarle los correos confidenciales: «Todos los correos son impecables. Debes y debemos estar tranquilos. Lamento haberte amargado el partido, que ha debido ser apasionante».