Congreso de los Diputados

Delgado dice que su pasado como ministra del PSOE es «una fortaleza» para ser fiscal general

La ex ministra de Justicia se enfrenta al examen parlamentario con el rechazo de la oposición

Los Fiscales tras el nombramiento de Delgado: Sánchez quiere tener a la institución «sometida»

Dolores Delgado Pedro Sánchez
Dolores Delgado, fiscal general del Estado.

«Reducir la Fiscalía a una institución bajo permanente sospecha y al servicio de los intereses del poder es sumamente injusto», ha reflexionado Dolores Delgado frente a los diputados que esta tarde debían valorar su idoneidad como futura Fiscal General del Estado.»No entiendo a quienes se escandalizan porque haya sido ministra de Justicia. Es más una fortaleza que una debilidad», ha proclamado la ex ministra de Pedro Sánchez y ex diputada del PSOE.

«Me avala mi trabajo desde las trincheras y desde los despachos y mi relación con la Fiscalía cuando he estado fuera de ella. Mal me conocen quienes creen que una servidora pública por vocación» quedará fuera de la «imparcialidad, independencia y autonomía» de la institución, ha afirmado Delgado.

«Un fiscal encargado de un asunto concreto» -ha dicho la ex ministra a los diputados- es el responsable de ese asunto y los mecanismos de corrección previstos sólo deben ser utilizados de manera excepcional y transparente con una doble finalidad: rectificar los errores y garantizar la unidad de acción». Para acto seguido reivindicar que, en aras a una mayor independencia, la Fiscalía tenga su propia entidad «sin formar parte el Ministerio de Justicia, lo que provoca dudas sobre las injerencias del Ejecutivo en el conocimiento de procesos judiciales en curso».

«La Fiscalía», según la candidata, «debe ser permeable a las necesidades de la sociedad a la que sirve y permeable a los colectivos que la vertebran». Delgado ha presentado un programa de mano tendida a las «imprescindibles» asociaciones profesionales de fiscales y a los órganos de gobierno del Poder Judicial.

Ex ministra

«Ser ministra de Justicia me ha dado una visión integral del sistema de Justicia de nuestro país, me ha permitido el conocimiento de todos sus actores y valorar la dimensión internacional de nuestro sistema. Ha enriquecido mi experiencia. Es más un fortaleza que una debilidad», ha asegurado Delgado en defensa de su pasado como miembro del Ejecutivo socialista en la pasada legislatura.

«La democracia» -ha aseverado- «se basa en la transparencia, en la legalidad, en la confianza y en la defensa de la ciudadanía» a las que están obligados todos los que prestan un servicio público. De manera que «no debería escandalizar» a nadie su llegada al frente de la Fiscalía tras «haber desempeñado el cargo de ministra de Justicia».

Delgado ha defendido a ultranza el mecanismo español diseñado para el nombramiento de los FGE en España -comparándolo con las designaciones presidenciales o puramente ejecutivas que se dan en otros países- en una comparecencia que aprovechaba para «hacer pedagogía de la función del Ministerio Fiscal».

«Soy fiscal»

«Soy fiscal», ha espetado Delgado a los representantes de los grupos parlamentarios que, este jueves -y «en base a mi trayectoria»- debían valorar su «aptitud o capacidad para el cargo». «Lo segundo no se puede valorar sin lo primero», ha advertido la ex ministra de Justicia mientras desglosaba, en una pormenorizada intervención, su trayectoria profesional «a lo largo de más de 30 años». Desde sus comienzos «sin horarios, pero con mucha ilusión» hasta su desembarco en la Audiencia Nacional y previo paso por Cataluña que fue para la socialista «escuela de fiscales».

Dolores Delgado ha calificado como «un honor» su comparecencia ante la «sede de la soberanía nacional» para «someterse a consideración» de los diputados en su idoneidad para ocupar el cargo de fiscal general del Estado. Al frente de un Ministerio Público que la Constitución conforma como institución «de la legalidad y de la imparcialidad», según sus propias palabras.

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