Pelea entre Podemos y el PSOE por el control sanitario de las autonomías tras el positivo de Carmen Calvo

Pablo Iglesias pretendió entrar en la Autoridad Competente encargada de controlar el enorme poder que confiere el estado de alarma al Ejecutivo. No lo logró. Más tarde exigió participar en las ruedas de prensa, eso sí, hasta que el número de muertos fue excesivo. Y lo logró. Y ahora, Podemos acaba de abrir la pelea por el reparto de poder en la Comisión Interministerial que coordina la actuación sanitaria de las comunidades autónomas frente al coronavirus. Y lo reclama por el positivo de la vicepresidenta Carmen Calvo, persona que preside el organismo.

Calvo ostenta más cargos que el de número dos del Ejecutivo. Ella dirige igualmente la Comisión de Secretarios y Subsecretarios que prepara el Consejo de Ministros y que tiene que dirimir los conflictos entre los miembros del Ejecutivo –es decir, entre los representantes del PSOE y de Podemos–. E, igualmente, Calvo ha gozado de un gran protagonismo en la gestión de la crisis del coronavirus hasta su hospitalización, no sólo en la preparación del decreto del estado de alarma, sino también en su función de liderazgo de la Comisión Interministerial que ha coordinado los distintos departamentos y, en concreto, buena parte de la relación con las comunidades autónomas.

Ahora Iglesias quiere aprovechar el encaje de cargos tras el positivo por coronavirus de Carmen Calvo y reclama ya más peso en la estructura de mando y coordinación frente al virus. Fuentes internas del PSOE no niegan que el grado de enfrentamiento entre los dos partidos crece. E incluso admiten ya que no descartan que la fisura entre Podemos y el PSOE sea irreconciliable en un futuro muy cercano ante la fuerte presión de la crisis del coronavirus y la evidente mala gestión efectuada por el Gobierno de Pedro Sánchez.

Y es que Iglesias quiere ir ganando poder, pero en absoluto responsabilidad sobre lo que ya se dibuja como un brutal desgaste por las víctimas mortales acumuladas por la enfermedad, la falta de medidas preventivas –tanto económicas como sanitarias–, y el descrédito de este Gobierno ante colectivos muy señalados como los sanitarios, los policías o los autónomos, que se han quedado sin medidas preventivas y sin apoyo en el momento más delicado.

Desde las filas socialistas señalan que “exigencias como la renta mínima para todos los afectados por la crisis del coronavirus, reclamada por Podemos, evidentemente, pueden responder a una estrategia de elevación del precio de la alianza de Gobierno por parte de Pablo Iglesias”. Traducido: que si Pedro Sánchez no se pliega a las exigencias de Podemos, los hombres de la formación morada pueden llegar a plantear la ruptura del acuerdo de Gobierno para no compartir la responsabilidad con los que, en el fondo, son sus mayores rivales en la competición por sus nichos de voto.

Desde el PSOE señalan que “no es descartable, en absoluto, que en un determinado momento, Podemos reclame gastos que sabe que no podemos asumir por pura incapacidad presupuestaria y financiera, y que lo haga con el único objetivo de justificar la ruptura y forzar una salida del Gobierno”. Y esa carrera ha empezado ya con la reclamación de más poder. Nada más y nada menos que aprovechando el positivo de la vicepresidenta Carmen Calvo.