Carlos Cuadrado, perito forense: «Soy incómodo para el negocio del feminismo radical»
"Esto es un negocio y yo no vivo de este negocio, y eso les molesta"
"Parece ser que si no remas al ritmo que está todo el mundo, pues ya eres un antisistema"
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«Buscan mi muerte civil». Es lo que denuncia a OKDIARIO uno de los más destacados peritos forenses de España: Carlos Cuadrado Gómez-Serranillos, un portento académico con varias carreras a sus espaldas que se ha convertido a su pesar en el enemigo público número uno del feminismo radical en el mundo jurídico. Dado que Cuadrado sufre autismo, esta persecución le ha costado ya dos ingresos hospitalarios en Urgencias.
«Tratan de hundirme profesionalmente por mi falta de corporativismo», afirma sin miedo pese a ser constantemente masacrado en las redes sociales por «grupos radicalizados» ligados a despachos jurídicos, que junto a un grupo de médicos, psicólogos y peritos forenses, se están haciendo de oro gracias al «negocio» las denuncias falsas y el secuestro de niños a manos de sus padres.
En esta primera parte de la entrevista con Cuadrado, el perito explica que lo único que pretende «es que los menores estén siempre bien atendidos, me da igual la tutela de quien sea» y destripa un negocio basado en «algo tan visceral como es el amor a los hijos, porque cuando te tocan un hijo, un padre remueve Roma con Santiago».
Pregunta.- Pese a ser uno de los profesionales más destacados en su profesión, le ha tocado ser el blanco de cierto sector del feminismo radical a quien usted incomoda porque les pone en evidencia. ¿Qué es lo que está pasando, de qué sector estamos hablando?
Respuesta.- Lo primero, aclarar que yo ejerzo como perito forense, es decir, no me gusta usar el término de médico, que es más una connotación clínica. Lo mío es el campo judicial. Desde que terminé mis estudios -tengo varias carreras y varias especialidades- empecé a ejercer en las ciencias forenses y a defender lo que me parecía lo más indefendible, que son los casos de muchos menores que se sienten desprotegidos por la discrepancias de progenitores y de cierto tipo de despachos legales o jurídicos que no dejan de instrumentalizarlos para los fines que ellos quieren, dejando de lado lo más importante, que es el propio beneficio de los menores. Entonces, esto parece ser que molesta no a uno, sino a varios sectores radicales, de muchos tipos. Me llama la atención que cuando yo defiendo por ejemplo a unos menores que considero que estarían mejor con la custodia paterna o con un régimen amplio paterno, molesta a un sector muy concreto. En cambio, este mismo sector cuando recomiendo lo contrario, cuando recomiendo que sea la custodia materna, entonces me aplauden. ¿En qué quedamos? ¿Se trata de hundirme profesionalmente, de criticarme, de buscar mi muerte civil cuando defiendo a los menores para que se vayan con su padre y de alabarme cuando se vaya con su madre o se trata de ser justo? Parece ser que mi falta de corporativismo les molesta a esa serie de grupos radicalizados, habituales en el mundo jurídico.
P.- ¿Nos podría precisar más sobre estos grupos radicalizados? ¿Qué intereses tienen? ¿Hablamos de grupos como Infancia Libre por poner un caso?
R.- Sí, son varios grupos que promueven ese tipo de ideología, por decirlo de alguna manera. No hablo en concreto de los colegios de abogados porque no ejerzo como abogado, no lo sé. Pero en el caso del Colegio de Psicólogos, por ejemplo, ahí me han frito con denuncias absurdas, gente que nunca ha sido mi paciente. Porque incomodo, porque mis informes no les han servido para ganar su caso y es que al final todo esto está mercantilizado. Esto es un negocio y yo no vivo de este negocio. Es decir, a mí me da exactamente igual que gane la custodia un padre, que la gane una madre, que la ganen los dos, que sea compartida o no. Yo lo que quiero es que ese menor o esos menores estén siempre bien atendidos. Me da igual bajo la tutela de quién sea. Si tiene que ser con una madre, que lo sea, si tiene un padre que lo sea, incluso si tiene que ser con unos abuelos o con el Estado, que así lo sea. Pero ya el hecho de discriminar una persona por el hecho de que simplemente sea varón o sea hombre, es lo que no comparto y eso es lo que molesta. Parece ser que si no remas al ritmo que está todo el mundo, pues ya eres un antisistema, ya eres un falso profesional, ya tu titulación no vale, ya el Colegio no te ampara y demás. Ha llegado el punto en que cierto colegio profesional, el Colegio de Psicólogos de Madrid, incluso el decano me tiene bloqueado en redes sociales. ¿Entonces dónde partimos esa objetividad? No puede ser que, por un lado, se esté cogiendo cualquier tipo de denuncia, por irracional que sea contra mí, cuando ni siquiera estoy colegiado en dicho colegio profesional, pero en cambio, luego en redes sociales, me censuras de esa manera o provocas esa falta de debate. Entonces no entiendo que este tipo de situaciones se puedan permitir.
P.- Usted es autista…
R.- Sí, las personas autistas tenemos una condición y el espectro es muy amplio. No puedes pensar que todos los autistas son autistas con retraso mental severo, ni que todos los autistas son como [el protagonista de The Big Bang Theory] Sheldon Cooper, unos superdotados. Yo soy un autista considerado funcional. Por eso, para esta gente [las feministas radicales] no soy autista. Entonces aumentan el acoso contra mí con cosas que no puedo aguantar. Yo he requerido de dos ingresos en Urgencias bastante graves en el último trimestre, a raíz del acoso que estoy recibiendo por El Español, en base a publicar noticias presumiblemente falsas, como ya se acreditará judicialmente. Lo que no puede ser es que por el hecho de que tú no me consideres autista merezca el doble de acoso, porque ya me estás atribuyendo una falsa condición médica de la que tengo. Porque el que es autista, nace autista. No te haces autista un lunes y deja de serlo un jueves. Como no aparento cierta discapacidad, pues entonces ya utilizan eso. Se está escudando en que es autista para dar pena. Yo no me escudo en nada. Yo quizás sí utilizo mis altas capacidades dentro del autismo para aprender todo lo que puedo de diferentes ciencias y yo lo aplico precisamente para combatir todo esto en beneficio de los menores. No victimizo con lo del autismo. ¿En qué estamos? ¿Hay que promover el acoso en redes o no hay que promover el acoso en redes? Sí, hay que promoverlo cuando te interesa, y cuando no, no, porque ya incluso con independencia de mi autismo, promover el acoso que están promoviendo contra mí, sin ningún tipo de otra condición que tuviera, ya sería grave. Pero es que encima, a sabiendas de que soy una persona con autismo y a sabiendas de que esto me afecta cinco veces más que una persona normal, encima lo hacen y parece que lo hacen con gusto. Es más, si a mí me pasara algo, si yo tuviera un intento autolítico, es que lo celebrarían. Las redes sociales son muy tóxicas para las personas que tenemos ciertas facultades.