Begoña Gómez se niega a contestar a las preguntas del juez y sólo responde a las de su abogado
La esposa Sánchez descarga la responsabilidad del software en la Complutense: "Hice lo que me pidieron"
Tercera vez ante el juez. Y tercera vez que Begoña Gómez, mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se niega a responder a las preguntas del juez instructor de la causa, Juan Carlos Peinado. Este miércoles estaba citada para hacerlo como imputada en dos nuevos delitos: apropiación indebida e intrusismo laboral. Estos se suman a los de corrupción en los negocios y tráfico de influencias, por los que ya había tenido que comparecer. Pero la ex catedrática de la Complutense se ha acogido a su derecho de contestar sólo a las preguntas de su abogado, el ex ministro socialista Antonio Camacho, después de haber entrado a los juzgados por el garaje, en coche oficial y entre un gran dispositivo policial que no ha podido callar los gritos de «¡devuelve lo robado!», que le han acompañado a su llegada.
Begoña Gómez ha negado las presuntas irregularidades en su actividad académica, según ha informado su abogado, Antonio Camacho. Durante su comparecencia, Gómez ha defendido su inocencia y ha asegurado que «no tiene nada que esconder».
Según ha detallado su defensa, Begoña Gómez ha explicado varios aspectos clave de la investigación Sobre las cartas de recomendación para que el Gobierno de España contratase a su socio Juan Carlos Barrabés, ha defendido que se trataba de «un modelo estándar firmado por grandes empresas tecnológicas». En relación con su actividad en la Universidad Complutense, ha explicado que todos los procesos fueron guiados por la institución, recibiendo instrucciones específicas por correo electrónico sobre los documentos que debía firmar.
Ha precisado que su salario anual por los másteres era de 15.000 euros, por lo que su objetivo no era enriquecerse, y ha dejado claro que no ostenta el título de catedrática pero sí directora de cátedra extraordinaria. Ello sin tener un título oficial de grado. Respecto a las marcas registradas, ha declarado que el término «transformación social competitiva» fue creación suya y que la inscripción se realizó con conocimiento de la universidad para proteger su uso.
Su abogado también ha explicado que la presencia de Gómez en La Moncloa para realizar reuniones se debió a las restricciones de movilidad durante la pandemia del COVID-19, ya que reside allí por ser la esposa del presidente.
Otros letrados presentes en la declaración han señalado que Gómez ha insistido en que no actuó con ánimo de lucro y que se limitó a seguir las instrucciones de la universidad, trasladando la responsabilidad a la institución académica sobre los procedimientos seguidos.
Seguridad
La juez decana, María Jesús del Barco, permitió a la mujer del secretario general del PSOE entrar por el garaje de los juzgados al entender que existía «un ambiente hostil y de rechazo social evidente». Gómez ha llegado a Plaza de Castilla coche oficial.
Decenas de manifestantes se habían congregado en las inmediaciones del juzgado esperando su llegada. Habían sido alejados a metros de distancia de Plaza de Castilla por los efectivos policiales. Desde la lejanía, han gritado contra el líder socialista «¡Pedro Sánchez, dimisión!» y «¡a prisión!». Además, han exigido a Begoña Gómez que «devuelva lo robado» y han expresado su «vergüenza» por los escándalos judiciales que rodean al jefe del Gobierno.
Las instalaciones judiciales han contado con más de una veintena de agentes de la Policía Nacional en las entradas interiores de los juzgados. Esta decisión llega después de que OKDIARIO haya conseguido cazar a la mujer de Sánchez acudiendo a declarar dentro de Plaza de Castilla en las dos ocasiones anteriores en las que tuvo que comparecer ante el juez. En el exterior, ha habido cerca de diez furgones policiales para velar por la seguridad de Gómez. En total, se han desplegado alrededor de 150 agentes.
Acompañada de 4 escoltas
La mujer del presidente del Gobierno ha acudido a los juzgados de Plaza de Castilla vestida con una chaqueta negra y con semblante serio. Gómez ha entrado en la sala del juzgado de instrucción número 41 de Madrid por la puerta de la secretaria y escoltada por cuatro personas.
La declaración de Begoña Gómez apenas ha durado 35 minutos. Ha dado un giro radical en su estrategia y ha sido la primera vez que la esposa de Sánchez sí ha respondido alguna pregunta. Sin embargo, sí que se ha negado a atender a las cuestiones planteadas por el titular del juzgado número 41 de Madrid, del fiscal y de las acusaciones populares.
Juan Carlos Peinado no ha querido declarar nada ante la prensa que ha acudido a los juzgados de Plaza de Castilla y se ha limitado a comentar un chascarrillo: «Ahora ya a esperar al domingo a ver si me toca la lotería».