La ANC chantajea a SCC: o «pide la libertad de Sànchez» o no acepta una reunión «por la convivencia»
La ANC ha demostrado su poco interés por dar pasos que mejoren la convivencia entre catalanes al exigirle este lunes a Societat Civil Catalana (SCC) que reclame la libertad del golpista Jordi Sànchez como condición necesaria para aceptar una reunión de los dirigentes de ambas asociaciones.
SCC ha dejado claro que «en ningún caso cuestionará el Estado de Derecho y la separación de poderes» y ha lamentado que la Assemblea Nacional Catalana (ANC) «rechace su propuesta de diálogo» en una reunión y «no quiera colaborar para rebajar la tensión social».
Después de la petición formal de reunión que hace un mes hizo SCC a la ANC, la presidenta de la entidad independentista, Elisenda Paluzie, envió ayer una carta al presidente de SCC, José Rosiñol, en la que le respondió que la Assemblea acepta celebrar una reunión siempre y cuando SCC pida públicamente la libertad del anterior presidente de la ANC, Jordi Sànchez, encarcelado bajo la acusación de rebelión.
En un comunicado de SCC, esta asociación ha lamentado que la ANC «haya rechazado» su propuesta de una reunión que tenía el objetivo de «exponer los diferentes puntos de vista sobre la situación que se vive en Cataluña y poder alcanzar un consenso mediante el cual se pudiera rebajar el actual clima de tensión».
A juicio de SCC, «la condición que ha puesto la ANC para que se pueda efectuar el encuentro es improcedente», por lo que ha dejado claro que Sociedad Civil «en ningún caso cuestionará el Estado de Derecho y la separación de poderes».
Aun así, la asociación contraria a la independencia ha continuado reiterando su «propuesta de diálogo», con la confianza de que la Assemblea «reconsidere su postura a corto plazo», pues «su negativa a que se produzca la reunión», ha advertido, «constata que esta asociación secesionista no quiere colaborar en la importante tarea de fomentar la convivencia y la concordia».
Según la entidad presidida por José Rosiñol, «la fractura entre los catalanes es cada vez más profunda y entidades como la ANC deberían tener el deber de aceptar propuestas de diálogo para intentar poner fin a esta situación, que va camino de generar consecuencias muy graves».