Aumentan un 50% las visitas al Valle de los Caídos ante la exhumación inminente de Franco
Cientos de personas han acudido este martes al Valle de los Caídos, donde está enterrado desde hace 42 años el dictador Francisco Franco, en el día en que el Gobierno ha confirmado que el próximo viernes aprobará un decreto ley que modifique la Ley de Memoria Histórica para activar el proceso de exhumación de sus restos mortales.
La cifra es similar a la que viene registrando el monumento en las últimas semanas, tras conocerse la intención del Gobierno de Pedro Sánchez de exhumar los restos de Franco, pero muy superior si se compara con el año pasado.
Según los datos de Patrimonio Nacional, del que depende el monumento, el número de personas que visitaron el Valle pasó de 25.532 en julio de 2017 a 38.269 el mes pasado, lo que supone un incremento de casi el 50%.
Muchas de ellas acuden atraídas por el «morbo», como ha admitido hoy a Efe una mujer de Cartagena (Murcia) que considera que Franco «es parte de la historia» y no cree que le «moleste a nadie» que su tumba esté allí. Esta mujer, no obstante, anima a que la gente «siga viniendo» aunque no esté el dictador porque el sitio es «precioso».
De la misma opinión es Salvador, de Alicante y asiduo de la sierra madrileña en verano, que a la salida de la misa de 11 en la basílica destaca el «marco incomparable» del valle.
A las puertas de la basílica son muchos los que no se resisten a hacerse una foto y también hay los que se retratan envueltos en la bandera española con el escudo preconstitucional.
Entre los visitantes abundan los extranjeros, como Deborah, de Inglaterra, que recuerda que la primera vez que visitó el Valle de los Caídos fue hace 30 años cuando estudiaba en la Universidad de Salamanca.
«Siempre me ha llamado la atención [el monumento] y como quieren quitar a Franco, hemos venido por si acaso», comenta Marcos, de Orihuela (Alicante), quien dice que le «da igual» que esté o no Franco porque el monumento es «impresionante».
El bullicio del Valle de los Caídos contrasta con la tranquilidad que se respiraba este martes en el cementerio de Mingorrubio, en El Pardo (Madrid), posible destino final de los restos de Franco.
Allí está enterrada desde hace 30 años la mujer del dictador, Carmen Polo, y también su bisnieto Francisco de Borbón Martínez-Bordiú, fallecido a los 11 años en un accidente de tráfico.
En este pequeño cementerio municipal descansan presidentes del Gobierno, ministros de Franco y de la democracia, militares y artistas.
Luis Carrero Blanco fue enterrado allí en 1973, tras sufrir un atentado de ETA, y también tiene sepultura el alcalde de Madrid y presidente del Gobierno Carlos Arias Navarro.
Los restos mortales del dictador de la República Dominicana Rafael Leónidas Trujillo también están en el cementerio de El Pardo, así como los del jurista asesinado por ETA Enrique Tomás y Valiente.