CUP y ERC suman dos escaños más que JxCAT

Junqueras corteja a la CUP para hacer la pinza a Puigdemont en la nueva alianza independentista

Junqueras
El ex líder de Podem, Albano Dante Fachin, entre Anna Gabriel (CUP) y Oriol Junqueras (ERC) en un acto independentista celebrado en 2016.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

La victoria del bloque independentista en las elecciones del 21 de diciembre revelará en el corto plazo las tensiones evidentes entre los antiguos socios de Gobierno.

En el entorno de ERC, el triunfo por sorpresa de Junts per Catalunya, la candidatura del expresident Carles Puigdemont, es de difícil digestión. Pero podría no serlo tanto: algunas voces apuntan ya a una ‘pinza’ con la CUP con tal de descabalgar a Puigdemont del liderazgo secesionista. Ambas formaciones suman dos escaños más, 36, que la lista de JxC, por lo que consideran que la vertiente más radical del independentismo, la que representan, está más legitimada que un ‘recién llegado’ a las lides rupturistas, como lo es Puigdemont. En votos, la diferencia es aún más llamativa: los dos superan holgadamente el millón de votos, teniendo en cuenta además que entre JxC y ERC apenas hay 11.000, un 0,30 por ciento de sufragios. Una cifra pírrica para que ERC tire la toalla y renuncie a copar el poder.

Las relaciones entre JxC y ERC se han enturbiado lo bastante en los últimos meses como para que la formación de Govern no resulte borrón y cuenta nueva. Los republicanos no se fían de Puigdemont desde que, sin previo aviso, se desplazó a Bruselas dejando en la estacada al resto de consellers. De hecho, los reproches han sido públicos en las últimas semanas. «Yo doy la cara y no me escondo nunca» lanzó Junqueras desde prisión. «Estoy en Bruselas porque no me escondo», le replicó el expresidente. En el entorno del líder de ERC se afea también que Puigdemont no haya contactado en este tiempo con la familia del republicano.

Ambos partidos se  han mantenido totalmente al margen, con campañas diferenciadas y mensajes en muchas ocasiones discordantes. Por razones jurídicas, los republicanos siempre descartaron la posibilidad de que Puigdemont pudiese ser investido (si pone el pie en Cataluña será inmediatamente detenido) y, confiando en la victoria, encargaron informes que avalaban que Junqueras sí podría en cambio ser nombrado president desde prisión. Mientras,  Puigdemont se reclamaba como el único líder del Gobierno «legítimo», el depuesto por la aplicación del artículo 155.

En este tiempo, los republicanos han ido mostrando una mayor sintonía con la CUP. El partido hizo un guiño a los antisistema y retomó la vía unilateral como única salida si el Gobierno no acepta una negociación. «Digámoslo claro: si el día después, habiendo ganado las fuerzas leales a la República, el Gobierno no acepta la negociación, recuperemos la vía unilateral. Vosotros -la CUP- y nosotros», aseguró en un mitin uno de los candidatos del 21-D, Toni Castellà. La promesa supuso una enmienda al programa republicano, donde esa posibilidad ni se menciona.

Los antisistema están ahora en una posición de mucha mayor debilidad que en la pasada legislatura. Han perdido la mitad de sus escaños y solo se precisa su abstención para que el gobierno independentista salga adelante. En este escenario, las posibilidades de presionar y plantear exigencias son también menores, pese a que en su ponencia política advierten de que si la república no se implementa abandonarán sus escaños en el Parlament.

Ventaja judicial para Junqueras

A eso se añade el escenario judicial de ambos dirigentes. Aunque complicado para los dos, Puigdemont lo tiene si cabe más difícil. No podría asistir a su sesión de investidura porque, en cuanto pisase suelo español, sería detenido. La defensa de Junqueras, por su parte, no descarta que pueda salir de prisión bajo fianza en las próximas semanas. Un escenario que le dejaría en una mejor posición para ser investido.

De momento, los republicanos han aceptado el triunfo de JxC y se han mostrado dispuestos a trabajar por restituir el Gobierno cesado. «Lo más importante para ERC no es el resultado de ERC, es que tenemos un mandato para construir república», apeló este viernes la número dos, Marta Rovira, quien aseguró que el partido «respeta» el «mandato democrático» que supone la victoria de Puigdemont.

La secretaria general republicana quitó importancia al tercer puesto y consideró que es un resultado «digno» al tiempo que instó a la CUP y también a los ‘comunes’ a formar parte de la nueva alianza independentista.

En otros casos, las apelaciones son más directas. El diputado Gabriel Rufián no ha dudado en revelar la nueva estrategia.

Lo último en España

Últimas noticias