Interior se deshace por fin del ‘Piolín’: policías y guardias se mudan a hoteles y al barco Azzurra

Piolín
El barco Piolín, alojamiento de policías y guardias civiles, en el Puerto de Barcelona.
Carlos Cuesta

El barco Piolín se ha convertido en el objeto de las críticas de policías y guardias civiles. Y, por fin, dejará de ser sede de los agentes desplazados a Cataluña desde antes del referéndum ilegal del 1-O.

El principal alojamiento para muchos de ellos será el buque Azzurra, asentado hasta ahora en la costa tarraconense, donde caben 2.180 personas en sus 518 camarotes repartidos por todo el navío. Tiene 168 metros de eslora y 24 metros de manga. Otros agentes irán pasando a alojamientos en tierra. Y otros podrán, también por fin, empezar a volver a sus sitios de origen.

Interior ha escuchado las quejas de los agentes a lo largo de este periodo de tiempo. Quejas que se han visto confirmadas por las fotos que publicó OKDIARIO, tomadas dentro del barco Piolín por agentes de la Policía Nacional, y que demostraban que el pescado que les sirven a los agentes ha llegado a tener gusanos.

Los policías consultados por este periódico, de hecho, han señalado en repetidas ocasiones que parte de la dieta -como puede comprobarse en las imágenes- también ha consistido en tortilla empanada o, de forma, totalmente habitual, salchichas.

Los agentes, de hecho, se han quejado de forma reiterada por las condiciones en las que se encuentran en los barcos, en especial en el conocido como Piolín. Y han expresado su malestar por, entre otras cosas, la comida que se les está sirviendo.

No se trata de la única protesta de los policías con respecto a las condiciones de un desplazamiento que se ha convertido en muy largo -casi dos meses- y en el que están asumiendo camarotes minúsculos, estancias compartidas, mala comida, desorden en los habitáculos, malos servicios comunes, y periodos eternos sin ver a sus familias.

Un guardia civil, de hecho, remitió una carta que reprodujo OKDIARIO en la que se podían leer frases como que “los camarotes, no tienen ventilación, con lo que no puedes airear los mismos salvo que dejes la puerta abierta. La ropa está en los pasillos colgada al igual que los zapatos, no hay ventanas en los camarotes, ni espacio físico para dos personas. Tienen una medida de 3.80 de fondo por 2 metros de ancho para gente que mide como mínimo 1.85. Tampoco hay armarios para guardar la ropa que, o la dejas en la maleta o la medio colocas donde puedes. Armarios no hay en ningún camarote. Resulta difícil de entender que este barco de travesía de un día o dos, sea muy válido para meter a 1.000 personas más de mes y medio”. El autor de la carta de hecho solicitaba “ojalá, nos podáis sacar del suplicio este del barco”.

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