Vuelco en el mercado del alquiler: inquilinos podrán quedarse tras finalizar contrato
Dependiendo del contrato que hayamos firmado la ley nos permite quedarnos más tiempo
Con la ley actual podemos renovar automáticamente nuestro contrato si cumplimos el plazo de 5 años
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Dentro del mercado de la vivienda, el vivir de alquiler se ha convertido casi en «misión imposible» si tenemos en cuenta, que son muchas las personas que enfrentan precios en constante alza, sin olvidarnos de la poca oferta disponible. Sin embargo, cuando no se tienen ahorros o dinero para comprar una vivienda, el alquiler es la opción más factible a pesar de como decimos, los precios no dejan de crecer y tampoco es que haya tantas viviendas para elegir. Una realidad que impacta con fuerza en las grandes ciudades, donde la demanda y los precios han alcanzado niveles críticos, impulsando un debate profundo sobre los derechos de los inquilinos y la necesidad de regular el sector para asegurar estabilidad y accesibilidad en el largo plazo.
La situación actual del mercado de alquiler está marcada por factores económicos y sociales que han disparado el costo de la vivienda arrendada. Elementos como la inflación, el encarecimiento de los créditos hipotecarios, la escasez de nuevas construcciones y las transformaciones urbanísticas han acrecentado la presión sobre el sector, afectando principalmente a las personas con menos recursos para acceder a una vivienda. La falta de alternativas accesibles se ha convertido en un problema que obliga a muchos a destinar una gran parte de sus ingresos al alquiler, limitando su calidad de vida. Ante esta crisis, se han impulsado reformas para ofrecer mayor estabilidad a los inquilinos. Una de las medidas clave permite a los arrendatarios permanecer en la vivienda más allá del vencimiento de su contrato inicial, con opciones de prórroga tácita y condiciones específicas para la renovación, lo cual representa un cambio radical en el mercado de alquiler.
La ley sobre el alquiler y cómo afecta a los inquilinos
La normativa sobre los contratos de alquiler contempla algo que pocos conocen y más si el contrato que has firmado es de hace tiempo. De acuerdo con el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, en la actualidad, la duración de un contrato de alquiler es de cinco años, aunque lo cierto es que no deja de ser un acuerdo libre entre el propietario y el inquilino, de modo que puede que sea más largo. No olvidemos además que si firmamos por cinco años y pasa ese tiempo y ambas partes están de acuerdo, entonces el contrato se puede firmar por tres años más. Sin embargo, en contratos firmados desde marzo de 2019, si el plazo acordado es inferior a cinco años (o siete en el caso de arrendadores personas jurídicas) el contrato se extenderá automáticamente hasta alcanzar esos cinco o siete años. Esta prórroga busca ofrecer mayor seguridad a los inquilinos, evitando cambios constantes de vivienda.
Al llegar al final del período inicial, y siempre que ninguna de las partes manifieste su deseo de no renovarlo, el contrato se prorrogará automáticamente por plazos anuales hasta un máximo de tres años adicionales. Este derecho de prórroga tácita, según la Ley de Arrendamientos Urbanos, es una medida que asegura la permanencia del inquilino en la vivienda, dándole la oportunidad de disfrutar de mayor estabilidad. En la práctica, esta normativa permite que los inquilinos tengan una solución ante la posibilidad de que el propietario desee terminar el contrato para buscar otro arrendatario o vender la propiedad.
Derecho de permanencia: un alivio para los inquilinos
La posibilidad de extender un contrato de alquiler hasta los cinco o siete años brinda un periodo mínimo de permanencia para que los inquilinos puedan planificar sus gastos y vida cotidiana. Esta medida contribuye a reducir el estrés que supone la posibilidad de verse obligado a dejar una vivienda en el corto plazo, especialmente en contextos donde la búsqueda de alquiler asequible puede tomar meses debido a la saturación del mercado. Además, en el caso de prórrogas posteriores, los inquilinos cuentan con la garantía de permanecer en la vivienda hasta por tres años adicionales, siempre que el propietario no solicite la finalización.
Excepciones a la prórroga del contrato de alquiler
La normativa incluye algunas excepciones a este derecho de permanencia, principalmente cuando el propietario necesita la vivienda para uso personal o familiar. Si el arrendador requiere el inmueble para vivir en él o alojar a un familiar directo, como padres, hijos o cónyuge, podrá solicitar la finalización anticipada del contrato, siempre que esta condición haya sido establecida desde el inicio del acuerdo. En estos casos, el propietario debe notificar a los inquilinos con al menos dos meses de antelación. Esta medida también garantiza un equilibrio entre los derechos de los inquilinos y las necesidades personales de los propietarios. Por otro lado, en el supuesto que el propietario no desee renovar el contrato de alquiler una vez vencido, con todas sus renovaciones automáticas, deberá informar al inquilino con un mínimo de cuatro meses.
Por otro lado, en el caso contrario, el inquilino también puede dejar la vivienda antes de que venza el contrato de alquiler por mucho que no hayan pasado todavía esos cinco años. Eso sí, el artículo 9 de la Ley de Arrendamientos Urbanos señala que se debe informar al arrendador con al menos 30 días de antelación que no se desea seguir con el contrato vigente.