Los tribunales prohíben a Adicae despedir a trabajadores de organizaciones territoriales


El Juzgado de lo Social nº1 de Cáceres, en tres sentencias similares a las que ha tenido acceso OKDIARIO, ha confirmado como inexistentes y nulos los despidos de tres trabajadores de Adicae Extremadura a los que Adicae Nacional despidió «sin motivo, sin justificación y sobre todo sin tener relación contractual con ella», según explican los extremeños.
Así lo manifiesta el Juez en sus sentencias de febrero, marzo y abril, que advierte de las irregulares prácticas laborales y societarias que la asociación nacional presidida por Manuel Pardos lleva a cabo en sus organizaciones territoriales, como en Adicae Extremadura. En su texto, el juez cacereño señala que ADICAE “no puede disponer de nada que atañe o afecta a quien no es su obrero».
Así las cosas, según los tribunales, desde la organización central no pueden darles órdenes, ni mucho menos despedirlos. Y añade que “Adicae asume una autoridad que no tiene para intentar librarse gratuitamente de un obrero que trabaja para un tercero causando a los implicados un perjuicio intolerable”. Sus sentencias avalan de este modo el carácter autónomo de Adicae Extremadura y el resto de organizaciones territoriales así como su capacidad para mantener su estructura asociativa, servicios y trabajadores propios.
Fuentes próximas a la organización en Extremadura se jactan de que el juez haya cuestionado de este modo la autoridad de Adicae Nacional, que “carece de atribuciones legítimas admitidas y consolidadas de manera pacífica, máxime para proceder a realizar despidos disciplinarios sin causa”, tal y como indica la sentencia judicial.
Las sentencias indican además que Adicae llega a “volver loco al obrero” hasta el extremo de que “concurren sucesos de relevancia penal pendientes de aclaración”, refiriéndose, aquí sin citarlo, a la ocupación de las sedes extremeñas que llevaron a cabo miembros de Adicae por orden de Manuel Pardos a finales de 2017 (según señalan desde Adicae Extremadura) con el objetivo de desalojar a los trabajadores de Adicae Extremadura.
El Juez establece en relación a cada trabajador que “Adicae Extremadura, que es quien paga sus nóminas, dirige su actividad y pone a su disposición los medios idóneos para desenvolver su labor. Ese trabajador no es empleado de Adicae, y en consecuencia, Adicae no puede disponer de nada que atañe o afecte a quien no es su obrero”, añadiendo que “es el disgusto de quien quiere imponer por la fuerza el que, eludiendo el perjuicio propio, no tiene empacho en causarlo a un tercero, el más débil e inocente en esta pugna”.
Los trabajadores, concluyen las sentencias, “han cumplido con sus obligaciones, obedeciendo a quien debe hacerlo, Adicae Extremadura, que no tiene con ella problema alguno y que por eso mismo no puede ser condenada a nada”. Por el contrario, destaca el Juez que ADICAE “asume una autoridad que no tiene, embarullando una situación jurídica y económicamente clara”.
El Juez extremeño niega la existencia de despidos disciplinarios puesto que “ADICAE no puede despedir a quien no trabaja para él». Se trata de tres sentencias que abren un nuevo horizonte, muy delicado, para la asociación de Manuel Pardos, muy cuestionado por sus socios y cuyo mandato al frente de ha terminado el pasado 28 de abril, tras 30 años en el poder, sin que se haya apartado.
Por primera vez en ese periodo, tendrá oposición en el futuro congreso de la asociación. Según ha podido saber OKDIARIO, una candidatura alternativa luchará para que se impongan criterios democráticos para la elección del nuevo presidente y surja un nuevo proyecto que resulte operativo, ético, transparente y con el consumidor como su único objetivo.
«La ya discutida gestión de la dirección nacional se ve ahora seriamente dañada por estos varapalos judiciales que cuestionan tanto el modelo asociativo impuesto ilegalmente, como la relaciones laborales, de servicio y atención a socios y consumidores: recordemos las más de 20 sentencias laborales perdidas por Adicae frente a gran parte de sus trabajadores o extrabajadores», señalan desde esta oposición a este periódico.